No a la moda de apilar piedras en playas y montañas: así afecta al entorno cuando lo haces

eltiempohoy.es 23/09/2018 11:57

· Adiós al paisaje natural tal y como lo conocíamos (y nos gustaba)

Un árbol caído en mitad de la montaña, el río... Cuando vamos a un espacio natural, nos gusta deleitarnos con él, es parte de la atracción. "Lo interesante es ver los elementos en su entorno y sus dinámicas", explica Miguel Ángel Soto. "Yo no subo a un puerto de montaña a ver piedras alineadas que ha puesto alguien. La gente puede pensar que no hace daño a nadie, pero el paisaje está 'inventariado', tenemos referencias de cómo son los paisajes de cada entorno, ya sea de playa o montaña y lo ideal es respetarlo". Además, añade Soto: "¿Qué valor tiene hacerlo? No se interrumpe el paisaje con una utilidad como una señal, por ejemplo, que es de uso público". El paisaje es un parámetro más a tener en cuenta.

· Piedras, refugio de la microfauna

Cuando quitas una piedra del suelo para apilarla encima de otra, estás en realidad cargándote el 'hogar' de algunos animales. "Debajo de las piedras de los ríos vive fauna: larvas, insectos... que están ahí por la humedad o que las usan para refugiarse del calor. Estos cambios hacen que la microfauna salga perjudicada, pero no se repara tanto en ello porque no son grandes mamíferos visibles de los que podamos apreciar el daño con facilidad".

· Ojo a la retención del suelo

Las piedras son elmentos que tiene que ver con la retención del suelo. "Están colocadas de una u otra forma de manera natural, en función del correntío, de cómo caen de las laderas de la montaña o de si han sido movidas por la lluvia", explica el portavoz de Greenpeace. "De alguna manera retienen o sujetan el suelo. Modelarlas y colocarlas en en hilera altera esta función". No ocurre con un par de piedras, claro, pero todo suma.

· Reflexión del experto

"Es cierto que no es un problema tan grave como el cambio climático, ni como la proliferación de plásticos o la crisis de los océanos, pero se percibe una falta de sensibilidad de los usuarios del medioambiente. Estos son comportamiento similares a los de la gente que deja basura en los montes, hace presas en los ríos, o hace fuegos. Es una forma gentrificación", señala. Ese mayor acceso a espacios protegidos o naturales hace que irrumpa en ellos gente con poca sensibilidad que quiere dejar su huella. ¿El consejo de Soto? "Deja las piedras donde están y busca otra forma de observar y disfrutar del paisaje".