El agujero de la capa de ozono se reduce en 4 millones de km², similar a 8 veces España

EUROPA PRESS I FOTO: REUTERS 01/07/2016 17:49

Los autores utilizaron "huellas" de los cambios en el ozono con la temporada y la altitud para atribuir la recuperación del ozono a la continua disminución del cloro atmosférico procedente de los clorofluorocarbonos (CFC), compuestos químicos que fueron emitidos durante un tiempo por procesos de limpieza en seco, viejos refrigeradores y aerosoles, como laca para el cabello. En 1987, prácticamente todos los países del mundo firmaron el Protocolo de Montreal sobre un acuerdo para prohibir el uso de los CFC y reparar el agujero de ozono.

"Ahora podemos estar seguros de que las cosas que hemos hecho han puesto al planeta en un camino de sanación", dice la autora principal Susan Solomon, profesora de Química Atmosférica y Ciencia del Clima en el MIT, quien realizó el trabajo junto a Diane Ivy, del Departamento de Ciencias de la Tierra, Atmosféricas y Planetarias. Ambas contaron con la colaboración de expertos del Centro Nacional de Investigación Atmosférica en Boulder, Colorado, Estados Unidos, y la Universidad de Leeds, en Reino Unido.

Podria cerrarse permanentemente a mediados de siglo

Los investigadores dieron seguimiento a la apertura anual del agujero de ozono antártico en el mes de septiembre de 2000 a 2015. Se analizaron las mediciones de ozono tomadas de globos sonda y satélites, así como las mediciones por satélite del dióxido de azufre emitido por los volcanes, que también puede impulsar el agotamiento de la capa de ozono. Y siguieron los cambios meteorológicos, como la temperatura y el viento que pueden desplazar el agujero de ozono de un lado a otro.

Luego compararon sus mediciones anuales de ozono con simulaciones de los modelos que predicen los niveles de ozono en base a la cantidad de cloro que los científicos han estimado que está presente en la atmósfera de año en año. Los investigadores encontraron que el agujero de ozono ha disminuido en comparación con su tamaño máximo en el año 2000 en más de 4 millones de kilómetros cuadrados.

Además, los autores de este trabajo hallaron que este descenso coincide con las predicciones del modelo y que más de la mitad de la reducción se debió únicamente a la disminución del cloro atmosférico. A medida que los niveles de cloro continúen disipándose de la atmósfera, estos expertos no ven ninguna razón por la cual, salvo futuras erupciones volcánicas, el agujero de ozono no deba encogerse y, finalmente, cerrarse de forma permanente a mediados de siglo.