El conejo pigmeo, el mamífero más pequeño y más popular de Estados Unidos, no tenía las cosas fáciles antes de los incendios que arrasan el oeste del país. Uno de los estados con la mayor población de esta especie es Washington, donde los ejemplares se han reducido a la mitad en los últimos meses por culpa del fuego. Las llamas están acelerando así la desaparición de uno de los animales más adorados de Norteamérica.
Hace 19 años un grupo de científicos rebuscó en la vegetación de la cuenca de Columbia, en Washington, y encontraron únicamente 16 ejemplares, cuenta un diario local. Entonces empezaron los trabajos de recuperación. Se creó un programa de cautiverio y la especie mejoró, pero el camino no ha sido fácil. No parecían proliferar en total libertad y por tanto siguieron criándose en semilibertad, pero las enfermedades han impedido que dejase atrás el estatus de ‘peligro de extinción’.
El batacazo definitivo podrían ser los incendios de este 2020. La misma planta, llamada artemisa, que comen los pigmeos es la que ha alimentado los recientes incendios. "El sol estaba borrado, estaba rojo por el resplandor del fuego y el humo, y todo lo que veías eran rocas, arena y polvo, no había nada. No había visto un fuego de artemisa tan caliente en mis 13 años aquí", le ha dicho el biólogo Jon Gallie, que trabaja para la recuperación de conejos en el departamento de peces y vida silvestre, al periódico local ‘Wenatchee World’.
La zona podrá tardar 30 años en recuperarse, un tiempo que no tiene el conejo pigmeo. "Es como si se hubieran roto 10 páginas de nuestro plan de recuperación y tirado por la ventana", ha añadido este experto. Este podría ser el fin del mamífero más pequeño y más adorable de EEUU.
Y no es la única especie que sufre la devastación de las llamas. Un estudio publicado esta semana en la revista científica ‘Science’ estima que entre el 30% y el 70% de los urogallos de salvia y el urogallo de cola afilada del estado, aves que también dependen de la artemisa, han desaparecido por los incendios. “Las aves podrían haber desarrollado infecciones respiratorias debido al humo”, calcula la investigación.