Dormir poco aumenta las ganas de ingerir comida basura

Informativos Telecinco / Agencias 18/12/2018 16:06

La pérdida de sueño se asocia con un mayor riesgo de obesidad. Mientras que los estudios previos habían vinculado este aumento de peso con parámetros endocrinos perturbados después de la privación o restricción del sueño, los estudios neuroimagen revelaron un procesamiento neural regulado al alza de las recompensas de los alimentos después de la pérdida de sueño en áreas como la corteza cingulada anterior, el estriado vertral y la ínsula.

Partiendo de esta base, la científica Julia Rihm y sus compañeros se dispusieron a desentrañar la contribución entre los procesos de toma de decisiones, las hormonas y las elecciones de alimentos después de la privación del sueño.

Para ello, los participantes en la investigación visitaron su laboratorio para una cena estandarizada en dos noches separadas. En cada visita se les indicó que regresaran a casa después de la comida para dormir normalmente o que pasaran la noche en el laboratorio, donde los mantenían despiertos. Sus deseos por los bocadillos, la actividad cerebral y los niveles hormonales se evaluaron a la mañana siguiente después de cada noche de sueño o de privación total del sueño.

Los investigadores concluyeron que la pérdida de sueño aumentaba el valor subjetivo de los alimentos, en comparación con los productos no alimentarios, independientemente de los efectos hormonales. Además, los resultados de neuroimagen revelaron una mayor actividad en un circuito que involucra a la amígdala y al hipotálamo después de la privación del sueño. Estos datos sugieren, por lo tanto, que la falta de sueño puede promover el exceso de comida y el riesgo de obesidad.

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