En plena crisis global, con la electricidad a precios cada vez más insostenibles, falta de mano de obra en sectores clave, con déficit de microchips y expertos alertando de posibles desabastecimientos en los próximos meses… resulta casi inaudito pensar siquiera en la posibilidad de que la tecnología nos brinde ya la posibilidad de desplazarnos en taxis voladores.
Puede parecer algo más propio de una nueva película de ciencia ficción, pero efectivamente lo cierto es que en Roma han probado lo que en un futuro ya no tan lejano podría ser una alternativa al coche: un dron capaz de transportar pasajeros; un prototipo de taxi volador que podría empezar a funcionar en 2024 en el aeropuerto de la capital italiana.
Así, el idílico plan de ver los atascos desde el cielo parece mucho más cercano y, de hecho, al alcance de más de un bolsillo, por unos 140 o 150 euros.
Los taxis aéreos se preparan para despegar con viajes silenciosos, rápidos y con nivel de emisiones cero. El prototipo probado en Roma, el más avanzado, cuenta con 18 motores de tecnología alemana y con capacidad de despegue vertical para poder operar en el entorno urbano.
Así, surcará los cielos romanos del aeropuerto al centro de la ciudad en 15 minutos, y los parisinos, justo a tiempo para los Juegos Olímpicos de 2024.
Aunque con los pies en la tierra, las compañías intentan ver cómo encajar el delicado entramado de la navegación aérea de los drones de reparto, observación, control o vigilancia y el transporte urbano de pasajeros por aire.