Encuentran un bote de gas pimienta en la vivienda del sicario compatible con el utilizado en el crimen del concejal de Llanes
El registro de la vivienda del sicario hallaron entre otras cosas un bote de gas pimienta que están analizando para comprobar si se corresponde con el utilizado para inmovilizar a Javier Ardines. Los análisis de toxicología posteriores a la autopsia de Ardines revelaron que había restos de ese gas paralizante. También en la valla que se usó para la emboscada. Ahora mismo analizan el vehículo Citroen del argelino porque podría haber sido utilizado en el crimen. Además de restos del gas inmovilizante podrían hallar restos de sangre del concejal. Los investigadores encontraron en las vallas también restos biológicos y huellas pero de ninguno de los implicados. Tampoco en el cuerpo de Ardines había ADN que sirviera para empezar a tirar del hilo en la investigación.
La reconstrucción que hizo la Guardia Civil sobre el crimen indica que pudieron atacarle con el gas pimienta cuando bajó del coche para retirar las vallas que le impedían el paso. Luego le hicieron un “mataleón” por la espalda, apretándole el cuello con el antebrazo al tiempo que recibió un golpe en el lateral de la cabeza con un objeto contundente romo, sin filo. Ardines finalmente murió estrangulado. La UCO siempre había sospechado que eran dos las personas que participaron directamente.
Pedro Nieva no ha confesado ante la Guardia Civil. Se lo temían. Su actitud durante los registros ha sido muy poco colaboradora. Le acusan de ser el autor intelectual pero hasta que no se levante el secreto de sumario es posible que el presunto inductor no se arriesgue a declarar sin conocer las pruebas que hay contra él, explican fuentes de la investigación. Él no estuvo en la escena del crimen y no se manchó las manos de sangre.
Estaba en su casa de Amorebieta, Vizcaya, y su teléfono así lo certifica. Hacía mucho tiempo que no pisaba la vivienda de Llanes desde que tenía las sospechas de infidelidad de su mujer. Katia, sin embargo, sí estaba en la casa de veraneo cuando asesinaron a Javier Ardines. Se había llevado uno de los coches de la familia y Pedro llevaba el otro, el Audi negro. Por eso lo están analizando los agentes de criminalística y con los perros especialistas, en busca de restos biológicos por si fue usado en el crimen, o prestado a Jesús, e mediador, amigo de Nieva.
Llegaron hasta los detenidos gracias los secretos que Ardines guardaba sobre su vida amorosa en su móvil. También del perfil del marido de Katia y de su amigo Chus, el eslabón más débil de la cadena. Meses de teléfonos pinchados acabaron por dar fruto