Carmen Mola: "A nuestro lector le gusta asomarse a la oscuridad porque se siente menos solo"
Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero vuelven con un thriller histórico titulado 'Infierno'
Una historia de amor, crímenes y conflictos de clase entre el Madrid revolucionario del siglo XIX y la Cuba colonial
Hablamos con ellos sobre su fórmula adictiva, cómo se organizan para escribir, por qué este periodo histórico y cómo han digerido su polémica ras ganar el Premio Planeta en el 2021
Carmen Mola vuelve con novela nueva tras su polémica. Ya saben: ganó el premio Planeta (un millón de euros) hace dos años, aparecieron tres hombres en lugar de la escritora de mediana edad y madre de dos hijos adolescentes que se esperaba, que había dado entrevistas sin mostrar su rostro, y las críticas les llovieron por usar en su beneficio un pseudónimo femenino en tiempos de cambio y hacerse pasar por ella. Busquen los argumentos en contra y favor, el asunto es simple y complejo a la vez. Interesante seguro. Ahora regresan con 'Infierno', una historia de amor y conflictos de clase entre el Madrid revolucionario del siglo XIX y la Cuba colonial.
La fórmula de su éxito a seis manos sigue engrasada: crímenes cruentos explicados con detalle, pasiones irrefrenables, secretos que condicionan vidas enteras. Todo, con su peculiar toque adictivo: ritmo alto, a tope de giros sorpresivos en las tramas y finales de los capítulos en alto. "Claro que buscamos esa 'adicción'. Queremos agarrar al lector de la pechera desde la primera frase: escribir consiste en alejarle de toda distracción ajena al libro que tiene en las manos", explican a Uppers tras un viaje a Cuba en el que han podido recorrer, tras describirlos, los escenarios de su historia.
¿Por qué lo habéis ambientado en el Madrid revolucionario y la Cuba del siglo XIX?
Cuando empezamos a documentarnos para escribir 'La bestia' comprobamos que el siglo XIX era una época especialmente convulsa y repleta de sucesos en los que apetecía indagar. En esa ocasión, fue la matanza de frailes de 1834 y la epidemia de cólera lo que captó nuestra atención, pero siempre tuvimos la intención de seguir buceando en ese siglo. Hacer, a nuestra manera, un recorrido por el siglo XIX español. Los años en los que transcurre 'El infierno', previos a la revolución de la Gloriosa, son claves en la transformación de España. Madrid ya era un lugar completamente distinto al que habíamos descrito en 'La bestia': los cafés, el mundo de los teatros y las suripantas, un coro de baile famoso en la época, nos enamoraron. Y, de manera muy natural, al zambullirnos en esos años apareció la Cuba colonial. En ese momento, la isla era clave en la política española y, de alguna manera, lo que estaba sucediendo al otro lado del Atlántico era un espejo de lo que ocurría en España. Por eso, para tener un retrato completo de la época, nos parecía imprescindible aunar ambos mundos.
Lo mejor y lo peor de esa época
Lo mejor, probablemente, sea consecuencia de lo peor. Era una época en la que había un abismo entre las clases dirigentes y las trabajadoras. Mientras las primeras nadaban en la opulencia, los más pobres vivían bajo el yugo de los caciques en España, luchando contra la hambruna. La situación de Cuba era aún más extrema: la esclavitud era legal. España tiene el dudoso honor de ser el último país europeo en abolir la esclavitud. En un ejercicio de cinismo, se había prohibido el tráfico de esclavos y la esclavitud en España, pero no en Cuba. Esa mano de obra, sometida a vejaciones y jornadas de trabajo imposibles, era la que producía el dinero para que los hacendados españoles se construyeran palacios en La Habana. En ese mundo tan desigual, los más pobres empiezan a rebelarse, a asociarse para revertir la situación. Un movimiento que cristalizará en España con la Revolución de la Gloriosa y, en Cuba, con el Grito de Yara, el primer paso para la abolición de la esclavitud y la independencia de la isla.
¿Qué es la 'Sargentada'?
A lo largo del siglo XIX Prim protagonizó en incontables ocasiones levantamientos contra el gobierno español y contra la reina Isabel II de España. Antes de que tuviera éxito con La Gloriosa y consiguiera echar del trono a los borbones, hubo muchos fracasos. Uno de ellos es este de 1866 en el que los sargentos del cuartel de San Gil son los que encienden la mecha del levantamiento al enfrentarse a sus mandos. También es importante porque es una de las primeras asonadas en las que, a los militares sublevados, se une buena parte del pueblo de Madrid. Sin embargo, la 'sargentada', como fue bautizado este golpe, no triunfó. Y no sólo eso, sino que fue reprimida por la reina con especial saña. Además de los muertos durante la algarada en Madrid, hay que sumar el fusilamiento de 66 sargentos y una durísima represión contra todos aquellos que habían colaborado en la 'sargentada'.
¿En quiénes os habéis inspirado para crear los personajes de Leonor y Mauro?
La referencia de Leonor es clara porque fue una de las primeras piezas de lo que acabaría siendo El infierno. La noche de Madrid empezaba a tener mucha vida y, en buena parte, debido a Arderius, un empresario teatral que había triunfado con los “bufos”, unas obras de dudoso gusto que hacían las delicias de los madrileños. Cada noche, se llenaba el teatro Variedades para ver esas obras y, sobre todo, a un cuerpo de baile: las suripantas. Estas chicas, según leímos en los diarios del propio Arderius, eran de origen humilde, luchadoras que querían hacer del teatro su profesión. Imaginando cómo sería una de estas bailarinas fue como empezamos a dar cuerpo al personaje de Leonor.
En cuanto a Mauro, sucedió de manera parecida. Madrid era un lugar plagado de conspiradores que trabajaban en la sombra para Prim. Muchos procedían de las universidades, jóvenes estudiantes que estaban dispuestos a dejar a un lado los libros para luchar por los más pobres. Así fue como nació Mauro, un estudiante de medicina idealista dispuesto a dar su vida por la revolución.
