El lado íntimo de Quentin Tarantino: su mujer Daniella Pick y sus dos hijos
La historia de amor entre Quentin Tarantino y Daniella Pick comenzó en 2009, durante la promoción de Malditos Bastardos en Israel
Fueron padres en 2020 por primera vez, y tuvieron su segundo hijo dos años después
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MadridQuentin Tarantino es uno de los cineastas más icónicos de nuestra era, conocido por películas que han marcado un antes y un después en la historia del cine, como Pulp Fiction o Kill Bill. Sin embargo, detrás del genio creativo se encuentra un hombre que ha logrado mantener una vida personal discreta junto a su esposa, Daniella Pick, y sus dos hijos.
La historia de amor entre Quentin Tarantino y Daniella Pick comenzó en 2009, durante la promoción de Malditos Bastardos en Israel. Daniella, hija del reconocido cantante israelí Svika Pick, cautivó al cineasta, y ambos iniciaron una relación breve que no prosperó en aquel momento. Sin embargo, el destino los reunió nuevamente en 2016, y esta vez su conexión fue más fuerte que nunca. Dos años después, el 28 de noviembre de 2018, la pareja se casó en una ceremonia íntima en Los Ángeles, rodeados de familiares y amigos cercanos.
La vida en Israel: un cambio de escenario
Tras su matrimonio, Tarantino y Pick decidieron establecerse en Tel Aviv, Israel, alejándose del bullicio de Hollywood. Según declaraciones del director, vivir en Israel le permitió disfrutar de una vida más tranquila y centrarse en su familia. En este entorno más relajado, la pareja dio la bienvenida a su primer hijo, Leo, en febrero de 2020. Aunque el nombre del pequeño generó especulaciones sobre un posible homenaje a Leonardo DiCaprio, Tarantino aclaró que el nombre fue elegido simplemente porque les parecía bonito.
En julio de 2022, la familia creció con la llegada de su segunda hija, cuyo nombre no ha sido revelado públicamente, manteniendo su política de discreción en torno a su vida privada. La decisión de no exponer a sus hijos refleja el deseo de la pareja de protegerlos del escrutinio mediático y ofrecerles una infancia lo más normal posible.
Un cambio de prioridades
Convertirse en padre ha sido un punto de inflexión para Tarantino. En entrevistas recientes, el director ha expresado cómo la paternidad lo ha llevado a reevaluar sus prioridades. “Es un momento de mi vida en el que quiero estar presente para mi familia”, comentó en una entrevista con Deadline. Tarantino ha sugerido en más de una ocasión que su próxima película podría ser la última, un indicio de su intención de dedicarse completamente a su vida familiar después de una carrera llena de éxitos.
Daniella Pick, por su parte, ha continuado desarrollando su carrera en la música y como modelo, aunque en menor medida desde el nacimiento de sus hijos. La pareja ha demostrado ser un equipo equilibrado, apoyándose mutuamente en sus proyectos y responsabilidades familiares.
La importancia de la privacidad
Tarantino y Pick han optado por mantener su relación y su vida familiar fuera del alcance de las redes sociales y los medios de comunicación. Aunque ocasionalmente asisten a eventos públicos juntos, rara vez comparten detalles sobre su dinámica familiar. Este enfoque ha sido clave para mantener una vida tranquila y proteger a sus hijos del constante escrutinio que acompaña a la fama internacional.
El director ha declarado en varias ocasiones que la privacidad es un valor fundamental para él, especialmente en el contexto de una industria tan expuesta como la cinematográfica. Este enfoque les ha permitido encontrar un equilibrio entre sus compromisos profesionales y su vida personal.
El lado íntimo de Quentin Tarantino revela a un hombre que ha encontrado en su familia un refugio y una fuente de inspiración. Su relación con Daniella Pick y su dedicación como padre muestran una faceta menos conocida, pero igualmente admirable, de uno de los cineastas más influyentes de nuestra era. Al combinar su pasión por el cine con su compromiso con la familia, Tarantino demuestra que es posible equilibrar dos mundos aparentemente opuestos, manteniendo siempre como prioridad el amor y la conexión con los suyos.
Este retrato íntimo de su vida personal, lejos de los focos de Hollywood, añade una nueva dimensión al legado de Tarantino, destacando su capacidad para encontrar significado y felicidad tanto dentro como fuera del set de filmación.
