Cindy Lauper, el adiós a los escenarios de la rebelde más colorida: "Quiero despedirme a lo grande"

La cantante más explosiva y rebelde de los 80 se despide con una gira que pasará por Europa, Australia y Japón
"Mejor dejarlo ahora, antes de que no pueda hacerlo como quiero”, afirma la artista en una entrevista en 'The Times'
Cyndi Lauper: su vida actual tras "Girls Just Wanna Have Fun"
Pocas tarjetas de presentación fueron tan certeras como la de Cindy Lauper cuando irrumpió en los primeros años 80 con un debut titulado 'She's so unusual'. Estábamos ante una artista diferente, excéntrica, inclasificable. Y venía a decirnos que las chicas no tienen por qué seguir las normas, solo quieren pasárselo bien. Más de cuatro décadas después, tras haberlo disfrutado y haberlo combatido todo, Cindy ha decidido que ya es hora despedirse de los escenarios. Lo está haciendo por todo lo alto, con un 'Girls Just Wanna Have Fun Farewell Tour' que ya ha pasado con éxito por EEUU y Canadá y que ahora desembarca en Europa, aunque por desgracia no llega a España.

5 horas diarias de ejercicios vocales para escupir fuego
La cantante comienza su periplo europeo el 8 de febrero en el Reino Unido, y proseguirá durante todo el mes con paradas en Hungría, Polonia, República Checa, Alemania y Francia. En abril saltará a Australia y finalmente cerrará en Japón. Y eso será todo. "No sé cuánto tiempo voy a poder hacer el tipo de actuación que creo que es la adecuada. Así que mejor hacerlo ahora, antes de que no pueda hacerlo como quiero”, admite la artista en una entrevista a 'The Times'.
Lauper aún conserva la llama que le hizo ser la artista pop más explosiva y rebelde de los 80, el reverso extravagante de Madonna, con la que compartía mucho más de lo que la separaba, pero salir de gira a los 71 años no es lo mismo que hacerlo con 30. Ahora dedica cinco horas diarias a hacer ejercicios vocales y físicos para mantener su voz a la altura que ella quiere. “Yo era una cantante asesina. Soltaba una moneda y cantaba. Ahora, tengo que hacer esto solo para poder salir y cantar como un dragón que escupe fuego”.
"No quiero llevar faja y no haré lo de Ozempic"
La cantante de 'True colours' también se refiere a las exigencias y a la presión estética que la industria musical y el público ejercen sobre las artistas femeninas, sobre todo cuando empiezan a cumplir años. “Estoy un poco gorda para lo que hago. Ya ves lo delgada que está todo el mundo ahora y la ropa no está hecha para chicas grandes”, cuenta la estadounidense, que, sin embargo, se niega a ceder a las tendencias del momento. Nunca lo ha hecho y no va a empezar ahora. “No quiero llevar faja y que me aprieten como una salchicha cuando canto, y no haré lo de Ozempic”, asegura.
Al fin y al cabo, esa independencia, ese ir a la contra de lo establecido, es lo que le condujo al éxito. Su mayor hit, el celebérrimo ''Girls Just Wanna Have Fun' era una versión. Pero la original estaba escrita desde la perspectiva de un hombre y ella la convirtió en un himno feminista. “Era una canción sobre cómo las mujeres están obsesionadas con el sexo. Yo la cambié completamente. Hice que se tratara de la libertad de ser quien eres y de divertirte sin pedir permiso”, recuerda. Y lo hizo con la oposición de la industria, que "era muy, muy sexista en aquel entonces. Los tipos de traje pensaban que sabían más que tú sobre tu propia música. Te decían qué hacer, cómo vestirte, qué cantar”.
Aquella motivación outsider sigue intacta. Poder despedirse de los escenarios con esa energía que siempre le ha caracterizado es innegociable para ella. "No sé cuánto tiempo más podré hacer este tipo de espectáculos, así que quiero que cada uno cuente. (...) “Quiero despedirme a lo grande, ¿sabes? Es un arte quedarse quieta y cantar, y yo no tengo ese talento”, concluye en 'The Times'.

