¿Por qué se está disparando el precio de los vinilos?
Los precios de los vinilos han aumentado un 24% en los últimos cinco años, según un estudio de Discogs
La experiencia física que proporciona este formato se está convirtiendo en un lujo solo al alcance de los más pudientes
El vinilo sigue siendo el formato físico favorito pero sus ventas cayeron en 2024
Coleccionar vinilos en 2025 es una afición cara. Lo que hace años era casi un heroico símbolo de resistencia ante la preponderancia de lo digital hoy se ha convertido en un lujo. Si antes comprar uno de estos discos era una forma accesible de disfrutar de la música en alta calidad, ahora hay que pensarse mucho cuál va a ser la próxima adquisición.
Los precios de los vinilos han aumentado un 24% en los últimos cinco años, según un estudio de Discogs, una de las mayores bases de datos sobre música. Sus datos indican que el precio medio de los vinilos pasó de 16 dólares en 2018 a casi 20 dólares en 2023, pero en nuestras tiendas una edición estándar cuesta generalmente entre 30 y 50 euros. Y si se trata de una edición especial o de aniversario puede alcanzar los 70 sin problema e incluso llegar a los 300. Es una tendencia que no tiene visos de desacelerar y que pone en peligro el resurgimiento del plástico negro como formato físico preferido por el público.
No es un mero augurio. Entre 2023 y 2024 las ventas de vinilos en EEUU cayeron un 33,3%, más que los CDs (19,5%) o los álbumes digitales (8,3%). No es casualidad que este retroceso coincida con unos precios al alza que están convirtiendo la experiencia más física que proporciona el viejo elepé en un dispendio solo apto para élites. Dicho de otra forma, el vinilo nos sigue gustando, pero cada vez podemos permitirnos comprar menos.
Desequilibrio entre oferta y demanda
Las causas de este fenómeno son varias, pero todo empieza por el desequilibrio entre la oferta y la demanda. Fabricar un vinilo es un proceso lento y artesanal que en realidad se acomete en pocas plantas de producción en todo el mundo. El resurgimiento del formato ha generado una presión adicional sobre las fábricas que son capaces de fabricarlos a gran escala. Esto dilata los tiempos de producción y genera cuellos de botella, lo que fomenta una burbuja en el mercado donde algunos discos alcanzan precios prohibitivos.
A esto hay que sumarle la escasez de materias primas. El PVC, que es el plástico con el que se hacen los vinilos, es más caro. Y hacer vinilos de colores o ediciones especiales es más costoso. Eso sin incluir el arte del disco, la funda, los distintos elementos físicos y la mano de obra. Tampoco conviene olvidar que al ser pesado y delicado, ya tiene unos costes logísticos y de transportes más altos.
El hecho de que muchos lanzamientos limitados o para coleccionistas sean tan codiciados hace que las discográficas se aprovechen de la coyuntura. Si hay fans dispuestos a pagar más por una experiencia premium, los precios suben automáticamente. No es de extrañar entonces que si un artista como Bruce Springsteen anuncia una caja con nueve vinilos de material inédito, 'Tracks II: The Lost Albums', esta se comercialice con el disuasorio precio de 320,90 euros.
Géneros con mayor inflación que otros
El informe de Discogs también detecta que ciertos géneros han experimentado una inflación mayor. Por ejemplo, los precios de los vinilos de música electrónica y hip-hop se han incrementado mas que los de rock y jazz. Esto es debido a la menor cantidad de copias prensadas y al interés de los coleccionistas y DJs por las piezas raras y exclusivas.
El vinilo sigue siendo un formato apreciado por su calidez sonora y su valor tangible, pero no se espera que su precio baje a corto medio plazo. Al contrario, la guerra arancelaria emprendida por Donald Trump podría encarecerlo indirectamente. El aumento en los costes de producción y las disrupciones en las cadenas de suministro podrían influir en el precio final de estos productos. Al consumidor medio le queda seleccionar mucho y reducir sus compras, en espera de que, tal vez en un futuro próximo, el mercado se ajuste y el formato físico más cool deje de estar al alcance solo de los más pudientes.
