"Fue un infierno escribirla": cinco obras a redescubrir de Mario Vargas Llosa y lo que dijo de ellas

Mario Vargas Llosa joven
Mario Vargas Llosa en 1988. getty images
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"Nunca releo. Si yo releyera una novela publicada encontraría defectos". Así justificaba Mario Vargas Llosa su resistencia a revisar las novelas, ensayos, cuentos y obras de teatro que escribió durante su trayectoria y que le llevaron a ganar el Premio Nobel de Literatura. Aunque no querer volver a su obra no significa que no opinara sobre ella. A lo largo de los años el escritor peruano sí compartió en diversas ocasiones sus reflexiones y valoraciones sobre sus propios libros, que terminaban ofreciendo una mirada a sus propios procesos creativos. Repasemos algunas de sus obras fundamentales de la mano de las palabras que él mismo pronunció sobre ellas.

Muere el escritor Mario Vargas Llosa a los 89 años
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La más ambiciosa

'La ciudad y los perros' (1963) fue su primera novela, la que le lanzó a la fama internacional. Por eso volcó en ella toda su necesidad de escribir, y también la rabia acumulada contra la brutalidad que vivió en el Colegio Militar Leoncio Prado. El escritor la considera "mi primera novela ambiciosa'. La reescribió varias veces en busca de una estructura narrativa que rompiera con la linealidad. Con los años admitió que introdujo elementos "demasiado retóricos", pero siempre se sintió orgulloso de ella.

La más experimental

'Los cachorros' (1967) era una de sus obras más breves y también más experimentales. Inspirado por una noticia que leyó en el periódico -un adolescente era atacado por un perro y perdía sus órganos sexuales-, el escritor se tomó la escritura como un laboratorio narrativo en el que ensayar a modo prueba y error: “Una historia trágica envuelta en una forma juguetona”.

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La que más le costó

"Fue un infierno escribirla", dijo Vargas Llosa sobre 'Conversación en la catedral' (1969). Tardó alrededor de dos años y medio en terminarla, inseguro y frustrado porque creía que no estaba llegando a donde quería. El escritor se impuso un reto estilístico y estructural abrumador al querer construir la novela como una larga conversación entrelazada con varios planos temporales y narrativas. El esfuerzo le valió la pena. En varias entrevistas aseguró que si tuviera que salvar solo una de sus novelas, probablemente sería esta.

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La más divertida

No la consideraba entre sus obras más profundas o ambiciosas, pero sí que admitió que 'Pantaleón y las visitadoras' (1973) fue con la que más se divirtió. "Con Pantaleón me reí mucho. Pero también fue un intento de hacer crítica desde la risa", dijo en cierta ocasión. La sátira como herramienta para ridiculizar el aparato militar y la moral sexual del Perú de los años 60 y 70: “Es una historia absurda, pero también real. Y eso me fascinó.”

La más personal

La última novela del Premio Nobel, publicada en 2023, fue 'Le dedico mi silencio', una obra nacida de un viaje personal y familiar que construyó a partir de experiencias y observaciones propias. Además, quiso introducir una de sus mayores fobias personales: las ratas. Vargas Llosa la concibió como un cierre a su trayectoria y por ello volcó en ella sus preocupaciones literarias y existenciales más recurrentes.