Bunbury y sus 'cuentas pendientes': de la gira con Loquillo y Calamaro al regreso de Héroes del Silencio

El cantante aragonés publica 'Cuentas pendientes', disco en el que explora las sonoridades latinoamericanas
Aprovechamos el lanzamiento para hacer recuento de los retos pendientes del ex Héroe del Silencio
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Es difícil creer que un artista como Enrique Bunbury, que ha tocado tantos palos, se ha embarcado en tantos proyectos y se ha probado tantos trajes distintos, aún tenga 'Cuentas pendientes'. El aragonés errante ha titulado así su flamante decimotercer álbum en solitario, un trabajo donde vuelve a explorar sonidos hispanos y latinoamericanos, dejando de lado el rock y la electrónica que habían presidido sus últimos discos. Y la ocasión nos ha hecho preguntarnos cuáles son realmente las cuentas pendientes que tiene el ex Héroe del Silencio. Qué lugares le quedan por visitar a alguien que ha tomado por norma el no quedarse mucho tiempo en ningún lugar. Hagamos nosotros nuestro particular viaje a ninguna parte. Y echémosle un poco de fantasía por el camino.

La gira de los 4 jinetes
La cacareada gira que iban a emprender Loquillo, Andrés Calamaro, Jaime Urrutia y el propio Bunbury sí que es una genuina cuenta pendiente. La idea empezó a rondarles la cabeza en 2002, cuando los cuatro se unieron para grabar una versión del '¿Dónde estás?' del ex Gabinete Caligari. Tan contentos quedaron del resultado que pusieron sobre la mesa la posibilidad de echarse juntos a la carretera. Problemas de agenda y distintos compromisos fueron postergando el proyecto. La realidad es que jamás se pusieron de acuerdo en los términos y las condiciones. Puede que hubiera demasiados egos en liza, pero muchos fans del rock patrio siguen sintiendo esa gira frustrada como una gran oportunidad perdida.
El disco de flamenco
El cantante maño se ha acercado a muchos géneros tradicionales, siempre intentando aportar su propia personalidad a la mezcla. Desde el folclore latinoamericano en 'Licenciado Cantinas' a los aires mediterráneos de 'Pequeño', pasando por el blues y el rock fronterizo en 'Helville Deluxe'. ¿Por qué no probar con un acercamiento puro al flamenco? Por supuesto, tratándose de Bunbury, imaginamos que no sería un enfoque ortodoxo, sino que lo agitaría con tintes cabareteros, loops atmosféricos y algún sintetizador ululante. Y no sería extraño toparnos con algún featuring de Niño de Elche o de Rosalía volviendo a sus raíces.
El disco de colaboraciones
A lo largo de su carrera Bunbury ha colaborado con artistas de todo pelaje y condición, e incluso hizo un disco completamente compartido con Nacho Vegas, 'El tiempo de las cerezas', pero siempre ha esquivado una de las maniobras más socorridas de los tiempos recientes: el disco de versiones propias junto a músicos amigos. ¿Demasiado previsible? Bueno, si Ilegales lo hicieron, y si Loquillo lo va a hacer, por qué no iba a poder el aragonés. La nómina de invitados bascularía entre el indie y el mainstream, y las reinterpretaciones de su material siempre buscarían un ángulo nuevo, un arreglo sorprendente o un giro inesperado.
Hacer carrera en el cine
El autor de 'Lady Blue' siempre ha mostrado interés por el séptimo arte, participando en bandas sonoras, incluyendo canciones en películas y cuidando sus videoclips con una estética muy cinematográfica, pero nunca se ha involucrado de lleno en un proyecto como actor o director. Si algunos de los mayores ídolos y referentes de Bunbury, como David Bowie o Raphael, tuvieron una relación fluida con la gran pantalla, tampoco habría sido tan extraño ver a alguien con su magnetismo escénico probar suerte en ese campo. "No tengo cualidades, esa es la pena", reconocía en una entrevista en '20 minutos' en 2008.
El regreso de Héroes del Silencio
Y llegamos al gran elefante en la habitación. La pregunta obligatoria y esperada en cada rueda de prensa. Da igual el tiempo que pase, que siempre habrá alguien que le cuestione por el comeback de la banda de rock en español más popular de los años 90. A Bunbury nunca le ha importado abordar el tema con los periodistas, pero ha debido de terminar harto de que cada vez que concedía una ligerísima posibilidad a ese reencuentro se interpretara como un "Bunbury abre la puerta de par en par". Después de todo, la reunión de la banda zaragozana ya se produjo con la gira de 2007, así que esto no es tanto una cuenta pendiente como el sueño húmedo de miles de fans maduritos dispuestos a ilusionarse con cualquier cosa que les sirva para recuperar un trocito de la adolescencia perdida.
