Tarantino elige la mejor película de Tarantino: "Creo que es mi obra maestra"

David Fincher dirigirá 'The Movie Critic: The Adventures of Cliff Booth', la secuela de 'Érase una vez... en Hollywood', para Netflix
¿Por qué Stallone rechazó dos veces a Tarantino?
A estas alturas, la filmografía de Quentin Tarantino no necesita presentación, pero sí contexto. Nacido en Knoxville (Tennessee) en 1963 y criado en Los Ángeles, este director autodidacta irrumpió en los años 90 con 'Reservoir Dogs' (1992) y confirmó su genio narrativo con 'Pulp Fiction' (1994), una película que lo consagró en Cannes y que redefinió el lo que hoy consideramos como cine moderno. Desde entonces no ha parado de crear historias originales y únicas con 'Jackie Brown', 'Kill Bill' (vols. 1 y 2), 'Death Proof', 'Malditos bastardos', 'Django desencadenado', 'Los odiosos ocho' y 'Érase una vez… En Hollywood'. En ellas el pastiche, la violencia estilizada y el homenaje al cine de género se han convertido en su sello personal.
Aclamado y controvertido a partes iguales, Tarantino anunció hace años que su próxima película, la décima de su filmografía, sería la última como director. Un gesto que algunos tildan de maniobra de marketing, pero que encaja con su obsesión por el control autoral y la simetría narrativa. Ese proyecto final , que se conocía provisionalmente como The Movie Critic, acabó cancelado por suponer una falta de retos profesionales respecto a lo que ya acababa de hacer con su anterior película, con la que compartía ambientación y lazos narrativos.
Desde entonces el autor sigue enfrascado en darle vueltas a su próxima obra, mientras continúa reordenando y comentando su legado en voz alta, como parte de una despedida meditada y autorreflexiva. En ese contexto, Tarantino se ha abierto a desvelar cuál considera su mejor película, arrojando así luz no solo sobre sus obras, sino también sobre su mirada como creador frente al paso del tiempo.
El cineasta frente al espejo
“El mejor guion que he escrito es el de 'Malditos Bastardos'. Creo que es mi obra maestra”, afirma sin rodeos. El filme de 2009, ambientado en una Segunda Guerra Mundial alternativa, condensa todos sus recursos narrativos: diálogos tensionados hasta el extremo, violencia coreografiada, humor oscuro y su característico dominio del ritmo que le sirvió para catapultarse al estrellato. Gracias a esta obra Christoph Waltz se alzó con el Óscar por su interpretación del coronel Hans Landa, y la crítica coincidió en que Tarantino había alcanzado un nivel de madurez narrativa sin precedentes en su cine. “Es el mejor guión que he hecho y me enorgullezco de ello”, ha afirmado en una entrevista al podcast The Church of Tarantino.

Pero la elección de su obra maestra no implica que sea su película preferida. Ese puesto lo ocupa 'Érase una vez… En Hollywood', su penúltimo filme. “Es mi favorita”, admite. La cinta es una carta de amor al Hollywood de finales de los 60, pero también una mirada nostálgica a una época que nunca volverá. Para Tarantino, esta película representa un refugio emocional: “Cada vez que la veo, me hace feliz. Me encanta pasar tiempo con esos personajes”.
Finalmente, cuando se le pidió que identificara la película que sentía como más “suya”, eligió sin dudar 'Kill Bill'. “Nadie más podría haber hecho Kill Bill. Es una película que solo podía salir de mí. Representa todo lo que soy como cineasta”, explicó. Un cóctel explosivo de géneros, referencias asiáticas, western, manga, kung-fu y cine de venganza, 'Kill Bill' fue concebida como una oda a todo lo que Tarantino ama del séptimo arte. “Mi imaginación y obsesiones están todas ahí”, remató.
El legado continúa: Cliff Booth, sin Tarantino tras la cámara
Mientras sigue elucubrando cómo será su décima película, el universo tarantiniano no se detiene. David Fincher dirigirá la continuación de Érase una vez… en Hollywood para Netflix, con formato serie. Se trata de 'The Movie Critic: The Adventures of Cliff Booth', centrada en el personaje interpretado por Brad Pitt en su última película. Tarantino, en este caso, solo firma el guion y cede la dirección, aunque sin desvincularse de una narrativa que él mismo originó. "Creo que David Fincher es el mejor director. Creo que yo y David Fincer somos los mejores directores" y de ahí esta decisión de hacerse parcialmente a un lado para este proyecto.

Este paso confirma algo que lleva tiempo sugiriendo: la voluntad de retirarse como director con una filmografía contenida, de solo diez títulos. Para muchos, se trata de un gesto tan excéntrico como coherente con su personalidad artística. Como él mismo ha dicho en repetidas ocasiones, prefiere dejar un legado perfecto antes que alargar de forma innecesaria su carrera: “Quiero dejar una filmografía impecable”.
Autocrítica, canon personal y honestidad de autor
Lo más revelador de esta entrevista no son las elecciones del cineasta, sino el ejercicio de introspección que la acompaña. Pocos directores vivos han sido tan autoconscientes de su mito como Tarantino. Y aún menos se han atrevido a diseccionar públicamente su obra con tal grado de franqueza. Al decir que 'Los Odiosos Ocho' es su película “mejor dirigida”, por ejemplo, se distancia de la opinión del público, que la recibió con división de opiniones, y prioriza una evaluación técnica personal. “Es en la que mejor hice de director. No la más divertida, ni la mejor escrita, pero sí donde dirigí mejor”, puntualizó.
Este tipo de autodiagnóstico, más propio de un crítico que de un creador, es también parte de su ADN. Su cine siempre ha sido un diálogo con la historia del cine, una mixtura entre homenaje y transgresión. En esa lógica, evaluarse a sí mismo, y permitir que otros lo hagan, parece una extensión natural de su forma de ver el cine..
Al fin y al cabo, la historia no solo la escriben los grandes, sino también los tercos, los raros y los que se atrevieron a pensar distinto. Tarantino, con su cine y con su discurso, pertenece claramente a esta estirpe.

