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Vin Diesel y Michael Caine, la historia de una amistad insólita y bella: "Me trata como lo haría un padre"

Michael Caine y Vin Diesel en la presentación de 'El último cazador de brujas'. Getty Images
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A primera vista, Michael Caine y Vin Diesel no podrían parecer más distintos: uno, un actor británico de voz pausada y elegancia clásica; el otro, un icono de acción musculado y símbolo del cine más palomitero. Sin embargo, bajo ese contraste aparente se esconde una de las amistades más inesperadas y entrañables de Hollywood. 

Lo que comenzó con un simple abrazo espontáneo en una cena, hace ya nada menos que tres décadas, se ha transformado en un vínculo genuino, duradero y profundamente emocional. En una industria en la que las relaciones suelen ser tan volátiles como los estrenos, la historia de amistad sincera entre Caine y Diesel es una rara excepción, un testimonio de afecto sincero que ha resistido el paso del tiempo y el escrutinio continuo de las cámaras y los focos.

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Un vínculo que empezó por instinto

Todo comenzó hace casi tres décadas, en una cena casual que Caine recuerda con especial ternura. “Nos conocimos en una cena hace unos treinta años. Le di un abrazo instintivamente y le dije a todo el salón: ‘Este es mi hijo’”, escribe el actor británico en su libro autobiográfico ‘Don’t Look Back, You’ll Trip Over: My Guide to Life’. Un gesto espontáneo que simbolizaba una conexión emocional inmediata. Caine añadía después, en esas mismas páginas: “A veces simplemente sientes una conexión. Me gustó enseguida; tiene un corazón muy grande”.

Aquella primera impresión dejó huella en Vin Diesel, que atravesaba un momento delicado. “Estaba pasando por momentos difíciles, tal vez aquel abrazo le impactó”, reflexiona Caine, quien reconoce: “Hemos sido grandes amigos desde entonces” .

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Diez años después, mientras promocionaban ‘El último cazador de brujas’, en 2015, Diesel explicaría que su amistad con Caine “comenzó después de que perdiera a un amigo de la infancia que fue policía en Nueva York y falleció en acto de servicio… De alguna forma, la amistad de Michael fue sanadora y amorosa, y he tenido la suerte de tenerlo en mi vida” .

Recientemente, compartió un mensaje en redes donde celebraba su complicidad: “Filmar ‘El último cazador de brujas’ con Michael fue un sueño hecho realidad. Trabajar junto a uno de mis amigos más queridos… es el verdadero poder de este oficio”.

La intensidad de su vínculo quedó a la vista en una cena en Londres el pasado julio de 2025, donde Vin Diesel fue fotografiado empujando en silla de ruedas de un Michael Caine de 92 años, y que recientemente se ha retirado de la actuación. Una imagen que se convierte en la demostración perfecta del respeto, cariño y la complicidad de una amistad que trasciende el paso del tiempo, y la diferencia de edad entre los dos intérpretes.

Además, esta admiración mutua también se ha materializado en el medio artístico que comparten. El mejor ejemplo lo veremos en el futuro, ya que ambos están colaborando en un proyecto independiente titulado Mark and Maurice, según reveló Diesel en ese mensaje de junio 2025, combinando sus nombres de pila como símbolo del valor compartido en esta nueva aventura.

Otras amistades recíprocas en el cine

La complicidad entre Michael Caine y Vin Diesel no es un caso aislado en el ecosistema hollywoodiense, aunque sí especialmente entrañable. A lo largo de la historia del cine, han existido otras amistades sorprendentes que han trascendido la pantalla y los focos, cimentadas en el respeto mutuo, la admiración artística o las experiencias compartidas fuera del set.

Una de las más conocidas es la de Ian McKellen y Patrick Stewart, cuyas carreras se cruzaron en X-Men, pero cuya relación fue mucho más allá del universo mutante. Ambos actores británicos, curtidos en Shakespeare y en el teatro clásico, han compartido vacaciones, paseos, alfombras rojas y numerosas muestras públicas de cariño. Stewart ha afirmado en varias entrevistas que su amistad con McKellen ha sido “una de las mayores alegrías de su vida adulta”.

Otra amistad que merece la pena recordar es la de Robin Williams y Christopher Reeve, compañeros de habitación en la Juilliard School. Su relación se mantuvo inquebrantable incluso después del accidente que dejó tetrapléjico a Reeve. Fue Williams quien le levantó el ánimo en el hospital fingiendo ser un excéntrico urólogo ruso, logrando que su amigo riera por primera vez tras el drama de su lesión. "Fue entonces cuando supe que la vida aún valía la pena", confesó Reeve.

En un registro distinto, Brad Pitt y George Clooney han mantenido durante años una camaradería marcada por el humor ácido, las bromas públicas y la lealtad profesional. “George es como un hermano mayor con el que siempre acabas metido en líos”, ha bromeado Pitt, quien ha compartido múltiples proyectos con él, desde Ocean’s Eleven hasta Burn After Reading.

Otra conexión sólida es la que une a Emma Stone y Jennifer Lawrence, dos actrices que no solo comparten generación y éxito precoz, sino también un humor autodeconstructivo y una visión poco edulcorada de la fama. Ambas se han apoyado en momentos complicados y no dudan en mencionarse mutuamente en entrevistas como referentes emocionales fuera de la industria.

Una amistad construida con abrazos, lealtad y proyectos

Hoy, la relación entre Michael Caine y Vin Diesel es un faro en el espectáculo cinematográfico: una amistad nacida de un abrazo sincero, cimentada en el apoyo mutuo y reflejada en gestos sencillos que inspiran.

No necesitan pasar por una alfombra roja para demostrar que la verdadera conexión brilla en lo cotidiano: en una cena, una silla de ruedas empujada con cuidado, y la promesa de contar una historia juntos.