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Mar Gómez o explicar toda la civilización a través de la sangre: "Su hierro proviene de las estrellas"

Blood
Mar Gómez Glez, autora de 'Sangre'. Ariel
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La sangre corre por nuestras venas como materia indispensable para la vida, pero también fluye a través de la historia, la religión y el arte como uno de los símbolos más poderosos y ambivalentes de la humanidad. Es al mismo tiempo pureza y tabú, sacrificio y poder, identidad y exclusión. La escritora Mar Gómez Glez (Madrid, 1977) quería leer un libro que le hablara de todas esas facetas, y al no encontrarlo se decidió a escribirlo ella.

Así, la autora de 'La edad ganada y 'Una pareja feliz' explora en 'Sangre. Historia íntima y cultural de un fluir constante' (Ariel) cómo el líquido que nos define ha marcado no solo nuestros cuerpos, sino también nuestras creencias, nuestros miedos y nuestras políticas. Desde los primeros experimentos de transfusión hasta los debates contemporáneos sobre biotecnología, pasando por los mitos de los vampiros, el estigma de la sangre menstrual o la presunta 'pureza de sangre' inquisitorial.

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¿De dónde surge la idea de escribir sobre la sangre desde sus múltiples dimensiones?

Creo que hoy en día es necesario hablar del cuerpo para que los avances tecnológicos no nos hagan olvidar que los humanos estamos hechos de materia orgánica. En general solo pensamos en nuestra corporalidad cuando falla. Un problema médico me hizo enfrentarme a mi propia sangre y me empecé a preguntar sobre ella.

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Me gustan mucho los ensayos -quizá más comunes en el mundo anglosajón- en donde los autores investigan sobre cuestiones de ciencia, arte, sociología o historia y lo cuentan todo de una forma rigurosa pero cercana, trazando múltiples conexiones que nos ayudan a entender la complejidad en que vivimos, sin olvidarse de la importancia de la voz narradora, como quien escribe una novela en primera persona o habla con amigo.

¿Por qué la sangre ha fascinado a la humanidad desde tiempos remotos?

Hay algo evidente que a nuestros ancestros no pudo pasarles desapercibido: si alguien pierde demasiada sangre, muere. Esto la convirtió desde el inicio de los tiempos en un elemento valiosísimo, diferente de todo lo demás, comparable a otros fenómenos naturales tales como la puesta del sol o las lluvias. Además, el pulso cardiaco y el bombeo del corazón son señales de nuestro interior fácilmente perceptibles por las que también tendrían que preguntarse. Tenemos registros muy antiguos en papiros egipcios en los que los médicos de entonces se preguntan por su función.

¿Qué impacto tuvieron las primeras transfusiones en el imaginario científico y social de su época?

En realidad, las primeras transfusiones tuvieron poca trascendencia, ha sido un proceso largo, la primera de la que se tiene noticia se realizó al papa Inocencio VIII en 1492 y murieron tanto él como los donantes. Hasta el siglo XX no se extendió la práctica. La guerra -las guerras mundiales y nuestra guerra civil- hicieron posibles los avances que han hecho que las transfusiones estén hoy en día en el centro del sistema sanitario. Hay multitud de tratamientos y operaciones que dependen de ellas.

En muchas tradiciones la sangre es símbolo de sacrificio purificador y alianza. ¿De dónde viene ese vínculo presente en rituales tan distintos como la eucaristía cristiana o las ofrendas aztecas?

Nuevamente viene de la idea de que la sangre es esencial para vida. Se han encontrado piedras sacrificiales con restos de sangre desde la prehistoria. El líquido más precioso no podía ser consumido por los humanos, se ofrecía a la divinidad.

La eucaristía proviene de los sacrificios hebreos en los que se utilizaban animales para sellar la alianza del pueblo “elegido” con Yahvé. Con ello, lo cuenta el Génesis, se sellaba un pacto con el que se prohibía el derramamiento de sangre de un semejante, so pena de que la sangre de quien la derramaba corriera también. El sacrifico de Jesucristo es el sacrificio definitivo y marca el fin de todos los sacrificios en la religión cristiana. En el caso de los aztecas se ofrecía la sangre y el corazón latiente de víctimas elegidas a dioses como Huitzilopochtli, dios de la guerra asociado con el sol, para asegurar que siguiera saliendo.

La sangre sido utilizada para someter a las mujeres como parte de un discurso hegemónico sin base alguna

¿Por qué, en cambio, la sangre menstrual ha sido históricamente considerada impura en varias religiones?

Por la misma razón que las mujeres han sido consideradas inferiores a los hombres. Hay un libro muy divertido de Gloria Steinem que se plantea la cuestión de qué pasaría si los hombres menstruaran y llega a la conclusión de que sería una muestra de valentía, algo de lo que sentirse orgulloso. En realidad, se trata de una enorme ventaja adaptativa. Hay muy pocas especies que menstrúen y esta sangre nos protege de enfermedades y embarazos fallidos, pero ha sido utilizada para someter a las mujeres como parte de un discurso hegemónico sin base alguna.

¿Cómo interpretas la paradoja de que la sangre pueda ser al mismo tiempo fuente de vida en una transfusión y vehículo de enfermedades como el sida o la hemofilia?

Es la antigua paradoja griega del Pharmakon que es a la vez remedio y veneno. En el caso de la sangre hay una historia muy bonita que lo resume. Cuentan que Atenea ofreció a Asclepios, dios griego de la medicina, dos vasijas con sangre de la Gorgona: una resucitaba a los muertos y la otra, mataba a los vivos. Asclepios eligió la primera y se dedicó a resucitar muertos hasta que los dioses -liderados por Hades, el dios del inframundo- se quejaron a Zeus. En todo caso, hay que diferenciar entre las enfermedades que se pueden transmitir por el contacto directo de la sangre, como el sida, y las que son enfermedades de la sangre, pero solo se transmiten genéticamente, como la hemofilia.

Aristóteles pensaba que los hombres convertían la sangre que no consumían en semen, igual que las mujeres la expulsaban en la menstruación

La idea de una sangre ‘superior’ ha articulado ideologías supremacistas a lo largo de la historia. ¿Por qué la sangre, más que otros rasgos, ha sido emblema de dominación racial?

Porque la sangre está asociada a la genealogía. Aristóteles pensaba que los hombres convertían la sangre que no consumían en semen, igual que las mujeres la expulsaban en la menstruación. Los griegos no podían concebir la circulación. Tenían un pensamiento profundamente teleológico. Creían que la sangre se generaba en el hígado o en el corazón y se consumía en otras partes del cuerpo. Esta idea errónea hacía pensar que la sangre se transmitía de padres a hijos y se ha mantenido en el imaginario cultural, todavía usamos expresiones como “sangre de mi sangre”, para hablar de nuestros familiares.

Los nazis invirtieron mucho dinero y recursos en encontrar diferencias sanguíneas de la llamada “raza aria” que jamás se han probado científicamente. Los grupos supremacistas blancos todavía corean el antiguo lema del ministerio de agricultura nazi “sangre y suelo” y creen en esta diferencia.

La sangre ha sido representada en pinturas, tragedias teatrales y el cine de terror. ¿Qué nos dice esta obsesión estética por el color rojo?

No hay ningún signo de alarma mayor que una mancha inesperada de sangre. Si la sangre es todavía roja es doblemente alarmante, quiere decir que la herida o la muerte acaba de producirse. Es posible que la facilidad con la que acapara nuestra atención se deba a una adaptación evolutiva, como el miedo al fuego o al movimiento de las serpientes. Debemos el color rojo de la sangre a la hemoglobina, que es un compuesto formado con hierro. Es muy hermoso pensar que este metal proviene de las estrellas. Fue en su núcleo donde se formaron por primera vez lo átomos de hierro, que es además el elemento más común en el centro de la tierra.

Desde los vampiros de Bram Stoker hasta las sagas más modernas, la sangre es deseo, contagio, poder. ¿Por qué funciona tan bien como metáfora literaria?

Porque es y no es una metáfora. Lo interesante de la sangre es que sí la necesitamos para vivir, está ahí, no es solo un símbolo si no una realidad compleja que necesitamos todos los seres humanos.

En un mundo donde la sangre ya no fuese estrictamente necesaria para vivir (sangre artificial, edición genética…), ¿perdería también su fuerza simbólica?

Muy buena pregunta. Creo que no, aunque se consiguiera sangre artificial en el laboratorio la sangre de cada persona es única y seguiremos necesitándola para vivir. En la actualidad, a parte de los millones que gasta el ejército de Estados Unidos, en España, por ejemplo, se hacen investigaciones para conseguir sangre artificial en casos de gente con tipos sanguíneos muy extraños que no pueden recibir transfusiones. Ahora mismo se sigue dependiendo de las donaciones.

Entre todas las metáforas posibles de la sangre —sangre como vida, sacrificio, poder, herencia—, ¿cuál crees que sobrevivirá por encima de todas?

Espero que como vida, de lo contrario, querrá decir que la ciencia ha perdido toda su capacidad de convicción.