Música

Taylor Swift rescata el alma de George Michael en una canción de 'The Life of a Showgirl'

Taylor Swift lanza su nuevo disco, 'The Life of a Showgirl'. Uppers
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El fenómeno Taylor Swift vuelve a colocarse en primera plana con su nuevo trabajo, 'The Life of a Showgirl', publicado el 3 de octubre de 2025. Este álbum no solo ha copado titulares por su magnitud comercial, sino por un gesto inesperado: una de sus canciones incluye una interpolación de 'Father Figure', el clásico de George Michael de 1988.

El detalle ha supuesto un doble efecto. Por un lado, confirma la capacidad de Taylor Swift para establecer una suerte de diálogo con distintas generaciones y tradiciones musicales. Por otro, devuelve a la actualidad una pieza icónica de Michael, que forma parte del ADN sentimental de muchos aficionados a la música que ya son mayores de 50. Este tema llega además 17 años después de que Taylor Swift versionara 'Last Christmas' de Wham!, dúo del que formó parte George Michael hasta su desaparición en 1986.

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Lo primero que conviene aclarar es que no se trata de un sample en sentido estricto. Swift no tomó fragmentos de la grabación original de George Michael, sino que regrabó elementos melódicos y líricos, adaptándolos a su universo sonoro. Ese es el matiz de la llamada interpolación.

El resultado, por tanto, no es un calco, sino un puente con el esqueleto emotivo de 'Father Figure', que aparece integrado en una composición nueva, pero acaba resignificado en clave contemporánea.

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El visto bueno del legado de George Michael

En casos como este, la última palabra suele tenerla la familia o los gestores de los derechos del artista original. Y aquí no hubo dudas. Los herederos de George Michael confirmaron que recibieron la propuesta de Swift y dieron permiso para lo que la artista pretendía hacer, “sin vacilaciones”, asegurando que estaban encantados con la asociación.

El gesto no es menor: Michael, fallecido en 2016, fue un artista muy celoso de su obra. Que su legado respalde a Swift no solo valida el proyecto, sino que lo convierte en un guiño de confianza hacia las nuevas generaciones que descubren su música a través de ella.

Esta conexión tiene un peso simbólico evidente. George Michael lanzó 'Father Figure' en 1988, dentro de su disco 'Faith', en plena madurez creativa. La canción, sensual y confesional, hablaba de intimidad y de la búsqueda de refugio en otro.

Taylor Swift, en 2025, introduce esos ecos en un contexto distinto: el de una artista que ha convertido su biografía sentimental en materia pop, capaz de revisitar el pasado para construir futuro. No es solo una cuestión musical: es una operación de memoria cultural, en la que se puede reconocer un himno propio mientras se redescubre una estrella intergeneracional.

La tradición del pop que se cita a sí mismo

El recurso de la interpolación no es nuevo, pero sí significativo cuando implica a figuras de este calibre. Para Swift, significa dialogar con un clásico y con un público que quizás no pertenece a su base original. Para Michael, es una manera de permanecer vivo en el pop contemporáneo.

No es casualidad que la industria busque estos cruces. Como recuerdan los críticos, los catálogos de artistas de los 80 y 90 son hoy uno de los patrimonios más valiosos de la música: se reeditan, se sincronizan en series, se versionan. Que Father Figure aparezca acreditado en un disco de Swift lo coloca de nuevo en la primera plana del imaginario colectivo.

Lo fascinante es cómo este tipo de gestos resignifican canciones que parecían ancladas a una época. Para quienes vivieron los años dorados de George Michael, escuchar el eco de Father Figure en un álbum de Swift no es solo un guiño musical, sino que supone toda una invitación a revisitar un momento vital. Para los más jóvenes, puede ser la primera puerta de entrada a un artista fundamental del pop británico. El puente generacional se convierte así en una experiencia compartida.

Taylor Swift ha demostrado una y otra vez que su talento no se limita a la autorreferencia, sino a construir narrativas que dialogan con otras voces. La interpolación de Father Figure en The Life of a Showgirl lo confirma: la suya no es solo una música sobre ella misma, sino sobre cómo la historia del pop se reescribe constantemente.