Alejandro Sanz brilla en el escenario del Wanda Metropolitano junto a su hijo

  • El cantante llevó invitados como Pablo Alborán o Dani Martín

El 15 de junio de 2019 siempre quedará en la memoria de Alejandro Sanz como uno de sus conciertos más especiales. El cantante se reencontró anoche con su ciudad, Madrid, en el marco de #LaGira para ofrecer a sus fans concierto cargado de sorpresas para tratar de reconquistar a la capital.

El concierto arrancó con un Wanda Metropolitano rebosante de público que escuchó como primeras notas las del tema 'Hoy que no estás' como bienvenida.

Poco después, llegaba Pablo Alborán como primera sorpresa de la noche, que cantó con Sanz 'No tengo nada'. Más tarde, sobre el mismo escenario desplegó también su talento la 'bailaora' Sara Baras, llenando el lugar con sus pasos de baile y fuerza mientras sonaba mientras el cantante entonaba 'El alma al aire'.

Con ese ambiente ya eufórico, se sumaba a la fiesta Dani Martín, para cantar a dúo 'Lo que fui es lo que soy'. Entonces, los jaleos y mensajes de cariño del público emocionaron a Sanz, que dijo: "Que me perdonen los seres humanos, porque hoy las mejores personas del mundo están aquí".

Uno de los momentos más emotivos del evento llegó cuando Sanz anunciaba a la siguiente invitada. "Quiero que le deis mucho cariño a la siguiente persona, le pedí que viniera y ha hecho muchos kilómetros para estar hoy aquí. Ella es el futuro de la música, un fuerte aplauso para Camila Cabello". Ambos emocionaron al Wanda entero cantando el conocido éxito, 'Mi persona favorita'.

Para cerrar, Alejandro Sanz recibió Paty Cantú, última invitada de la noche con la que cantó su tema 'Amiga mía'.

Pese al nivel de los invitados y sorpresas inesperadas como iluminar todo el estadio con globos de luz, Sanz guardó su mejor baza para el final. El público no daba crédito cuando al sonar' Dame tu corazón', el cantante reconocía que quien tocaba el trombón era ni más ni menos que su hijo Alexander, al que definía como un "buen músico" a pesar de su timidez y querer continuar en un segundo plano.

Un concierto que, de la mano de sus sorpresas, invitados y emoción, se convirtió en uno de los más épicos de la larga y exitosa carrera de Alejandro Sanz.