"No somos de Madrid ni de Barcelona, somos del Sur, y ya está bien que el Norte y el centralismo se lleven todo a nivel cultural", ha dicho en rueda de prensa Calvente, que ofrece hoy y mañana el espectáculo premiado en el Teatro Cánovas de Málaga para una decena de centros educativos.
Para el creador de la compañía, la periferia "tiene voz, hacemos un teatro diferente y no somos grandes compañías, sino medianas, en las que cargamos y descargamos todos", y "está muy bien que la periferia alce la voz".
Calvente se ha congratulado además de que esta duodécima edición de los Premios Max se haya celebrado en Las Palmas de Gran Canaria, "donde sólo parece que se vende sol, pero hay mucha cultura y un teatro que rescatar, y es una tierra que a El Espejo Negro le ha dado muchas giras durante muchos años".
Para Calvente supuso un reto llevar a la escena el cuento homónimo de Fernando Aramburu en lo que suponía el primer espectáculo infantil de la compañía, dedicada al teatro de marionetas para adultos, con títulos como "Es-puto", "Los perros flauta", "Apariciones", "La cabra" o "De locura".
Ahora cree que sería "muy fácil" reescribir "La vida de un piojo llamado Matías" en "tono adulto", aunque en este caso el protagonista "no sería un piojo, sino una ladilla, directamente".
"El gran secreto de la compañía es el trabajo y ser yo mismo, aunque me subvencionen mucho", ha añadido Calvente, que en mayo comenzará a escribir su nuevo espectáculo para niños.