El humor gráfico asume un rango académico en la enseñanza de la lengua española

AGENCIA EFE 10/05/2011 12:24

Los dibujos humorísticos estimulan el conocimiento, predisponen al estudio, contribuyen a una mejor percepción de la realidad, ayudan a mantener la atención y permiten un mejor almacenamiento y retención de las nociones académicas que se imparten, ha resumido Juan García Cerrada, comisario de "Español con Humor".

Ese es el lema de una exposición distribuida en seis bloques e integrada por más de un centenar de viñetas y tiras cómicas de unos cuarenta humoristas gráficos donde figuran los españoles Antonio Mingote, Forges (Antonio Fraguas) y Carlos Romeu; los argentinos Quino (Joaquín Salvador Lavado) y Carlos Garaycoechea, el cubano Alfredo Martirena y el colombiano Omar Figueroa, entre otros.

Este repertorio es fruto del análisis y selección de un millar de dibujos localizados en decenas de libros de enseñanza del español editados en países como Alemania, Argentina, España, Estados Unidos, Francia, Holanda e Italia, donde se recurre al humor gráfico como herramienta de enseñanza.

"Tenía que ser por algo. Esta situación demuestra que el humor tiene un resultado, a largo plazo, en la comprensión y retención del español", ha añadido el comisario de esta exposición inaugurada el año pasado en Cantabria y en Madrid, y que podrá verse en Valladolid hasta el 29 de mayo.

Barcelona, Lisboa, Nueva York y China son otros de los destinos previstos para este muestrario por la fuerza y entidad que posee, ha explicado por su parte Francisco López Ferreras, director de la Fundación General Universidad de Alcalá.

El humor gráfico "es una faceta cultural alejada de la universidad y que merece un reconocimiento superior del que tiene", ha apreciado López Ferreras antes de recordar cómo la Universidad de Alcalá dispone de una sala de exposiciones específicamente dedicada al mismo ("La Fábrica del Humor"), y de las gestiones para la institución de una cátedra para su estudio.

"Español con Humor" surgió a partir de la queja que Forges difundió a través de un programa radiofónico, "molesto porque el Instituto Cervantes jamás había dedicado una exposición" al humor como método de trabajo para la enseñanza del español, ha señalado por su parte Ignacio Gavira, director de la Fundación Comillas.

Los fondos seleccionados para su exhibición han tenido en cuenta aspectos como la comprensión de los signos de puntuación, el empleo de los tiempos verbales y la utilización de modismos como reflejo de la cultura cuya lengua se enseña, principalmente a través de viñetas sobre la vida cotidiana.

Las ilustraciones, por sí solas, ofrecen un recurso sencillo y atemporal que estimula la implicación del alumno en el proceso de enseñanza-aprendizaje, pero si además incorpora una esencia cómica o humorística el alumno disfruta de un ambiente relajado propicio para la asimilación de conocimientos, según fuentes de la organización.