El increíble uso de los posos de café, según un grupo de investigadores
Los posos de café son un producto muy práctico en casa, como abono para plantas o para limpiar algunas cosas
Investigadores especializados han encontrado otra función que puede ser esencial en construcción
Los efectos del café en el organismo a partir de los 55
MadridEl café es esa bebida a la que tantas y tantas personas recurren para comenzar su día con un chute de energía. No son pocos quienes no sienten que su día ha empezado hasta que se toman su primera taza de café, admirando su característico aroma y haciendo que se ponga una sonrisa en su rostro. Otros disfrutan un poco menos la experiencia y lo toman de una forma más mecánica, sintiendo que necesitan esa energía que la cafeína les proporciona, para ir a trabajar, para sentarse a estudiar o para hacer todo lo que tienen planeado en el día.
Además, el café, tomando siempre con moderación y en el marco de una alimentación variada y saludable, puede tener algunos beneficios para la salud. Tiene propiedades antioxidantes, mejora la salud del hígado y del corazón, estimula la actividad cerebral y mejora el estado de ánimo, entre otras cosas. Por si todo esto fuera poco, parece que todo en él es aprovechable, porque sus posos también pueden usarse una vez utilizados.
Así se pueden usar los posos de café, según un grupo de investigadores
Hace ya bastante tiempo que se sabe que los posos de café pueden ser muy útiles, pero hasta el momento solo se habían conocido sus funciones a nivel casero, es decir, no es raro emplearlos como abono para algunas planas en lugar de desecharlos directamente una vez que ya los hemos usado para preparar nuestro café. Además, algunas personas también los emplean para evitar los malos olores en la basura o la nevera.
Los olores que se quedan en las manos después de cocinar, como el del ajo, la cebolla o el pescado, pueden irse más fácilmente si antes de lavarnos nos frotamos con los posos de café, que algunas personas también usan para eliminar los restos que quedan pegados en sartenes y bandejas de horno. Hay quien los usa como exfoliante para la piel, pero también para ahuyentar insectos, como hormigas.
Pareciera que los usos de los posos de cafés son infinitos, pero este grupo de investigadores de la Universidad RMIT en Australia han encontrado uno nuevo, al convertirlo en materia prima de alto valor para la construcción. A través de un proceso denominado pirolización, se calientan los restos de café a altas temperaturas, transformándose en un carbón poroso llamado biochar. Este material se integra en el cemento, mejorando su resistencia, haciendo que el concreto sea un 30% más fuerte.
Todavía es pronto, pues se desconoce su funcionamiento a largo plazo, pero abre una nueva línea de investigación porque no solo reduciría el volumen de restos de café, también podría reducir el impacto ambiental que supone la producción de cemento, para lo que se necesita extraer arena y otros recursos naturales, lo que genera una gran huella ecológica.
Cada vez parece más necesario encontrar una alternativa más sostenible y esta opción, empleando los restos de café que se desechan cada día, podría ser una opción que lo consiga o que incentive otras rutas de estudio que puedan obtener resultados satisfactorios.
