Qué significa caminar con las manos en la espalda

Qué imagen da quien camina con las manos a la espalda.. Unsplash
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MadridDe manera inconsciente, ciertas personas caminan con las manos entrelazadas a la espalda. Este gesto, que en muchas ocasiones asociamos con las personas mayores, en realidad tiene ciertas connotaciones de las que no siempre somos conscientes cuando lo hacemos. Un gesto sencillo, pero que puede marcar una gran diferencia. 

Qué significa caminar con las manos en la espalda

En realidad, el significado que le podemos dar tiene mucho que ver con el contexto en el que se realiza, no es igual hacerlo mientras se camina en solitario por la calle que en un contexto profesional, donde podría tener connotaciones negativas por ser asociado con un cierto desinterés. No es algo que cause una buena imagen si aparecemos así en una entrevista de trabajo o una presentación formal, aunque no siempre es así. 

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En determinadas situaciones profesionales sí que tiene consideraciones positivas, sucede en el caso de los profesores y docentes, a quienes este gesto les confiere cierta autoridad, algo que también puede verse en el ámbito militar, donde además también se asocia con el control, la seguridad y la confianza en uno mismo. Con este gesto se dejan expuestas zonas del cuerpo vulnerables, como el pecho y el abdomen, lo que da a entender que no se percibe ningún peligro. 

Por eso mismo también se asocia a momentos de calma y autocontrol, esa misma tranquilidad que les lleva a no ver peligro a su alrededor se puede entender también como un momento de introspección, que nada tiene que ver con la imagen de autoridad y control que señalábamos antes. Este gesto, caminar (normalmente de manera pausada) con las manos entrelazadas en la espalda, es un gesto habitual de las personas que están abortas en sus propios pensamientos, lo que en ocasiones lleva a verse como la falta de interés que señalábamos antes. 

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En la mayoría de las ocasiones, no somos conscientes de la manera en la que caminamos o los gestos que hacemos, tendemos a balancear los brazos, meter las manos en los bolsillos o entrelazar las manos a la espalda sin ser demasiado conscientes de que lo hacemos. Sin embargo, cuando queremos causar una impresión concreta en un momento determinado, es importante prestar atención, porque del mismo modo que proyectamos una determinada imagen sin darnos cuanta con este gesto, también podemos emplearlo a nuestro favor. 

Si lo que buscamos es dar esa imagen determinada, de seguridad o de control, por ejemplo, además de este sencillo gesto, seguramente tengamos que añadir algunos más, como enderezar la espalda, pues nadie quiere dar imagen de desidia cuando lo que se pretende es mostrarse seguro. Ser consciente de lo que nuestros gestos dicen es importante, así como también lo es el contexto para poder sentirnos más seguros, teniendo claro que el mensaje que reciben es el que queremos enviar. 

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Por supuesto, también hay ocasiones en las que sencillamente se está dando un paseo y las manos se colocan en el lugar en el que orgánicamente les parece más confortable, ya sea por inercia o por costumbre, como suele ser más frecuente entre las personas mayores.