“¡Clónenme, bastardos!":Ozzy Osbourne vende latas de té helado con su ADN

Se agotan las latas 'Infinite Ozzy' con el material genético del cantante que se vendían por 395 euros cada una
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Ozzy Osbourne está decidido a dejar un legado imperecedero en este mundo, no solo a través de sus canciones sino también a través de su misma genética. Mientras se prepara para ese esperado concierto de despedida con Black Sabbath, 'el príncipe de las tinieblas' ha encontrado la forma de perdurar entre sus fans más allá de la música: vendiéndoles su ADN.
Gracias a una colaboración con la marca de aguas enlatadas, Liquid Death, el rockero, de 76 años, ha lanzado una edición limitada de té helado llamada 'Infinite Ozzy' con un ingrediente muy particular, su ADN. Al parecer, el cantante consumió té helado de diez latas diferentes que después aplastó con sus manos. Esas latas fueron cuidadosamente conservadas, selladas en un recipiente hermético, para preservar el material genético contenido en su saliva.
Clonar el metal
Cada lata vacía, firmada por el mismo líder de Black Sabbath, se vendía por 395 euros en el sitio oficial de la marca. Por supuesto, se han agotado inmediatamente. La idea, además de hacer caja, es que en el futuro, cuando sea posible, los fans más extremos puedan intentar "clonar a la leyenda del metal y disfrutarlo durante cientos de años". "¡Clónenme, bastardos!", reclama el propio Osbourne en un spot.
Poniéndose en forma para la despedida
Por otra parte, Ozzy se está empleando a fondo para llegar en su mejor versión posible a ese concierto final del 5 de julio de 2025 en Villa Park, Birmingham. O al menos todo lo a fondo que puede emplearse un tipo que en los últimos años se ha enfrentado a múltiples problemas de salud, incluyendo párkinson y varias cirugías.
El vocalista ha explicado en varias entrevistas que se está enfocando en la resistencia: “Lo primero que se pierde cuando estás inactivo es la resistencia, así que, créanlo o no, estoy haciendo dos series de caminatas de tres minutos al día y entrenamiento con pesas. Tengo que ponerme en marcha, ¿sabes?”.
Sí, has leído bien, caminatas de tres minutos. Pero hay que tener en cuenta que para Ozzy ese tiempo ya es un reto significativo después de años de convalecencia. “Estoy despertando mi cuerpo. Tres minutos para ti pueden no ser nada, pero yo he estado tumbado recuperándome de infinidad de operaciones”, se justifica.
Hace unos días se viralizaba un vídeo en el que se le veía trabajando en el gimnasio con la banda sonora de 'Rocky' de fondo para motivarse. Ahí se le podía ver ejercitando sus bíceps y hombros con ejercicios de mancuernas y gomas elásticas, y no menos importante, practicando su firma, ya que el día del concierto probablemente se hinche a firmar autógrafos. “Por mucho que me queje, sigo vivo. Hacer música y preparar este concierto me mantiene cuerdo. Mi conexión con los fans es lo que me da fuerzas para seguir adelante”, reconocía 'the Madman'.