El fenómeno de las “lluvias de animales”: qué dice la ciencia sobre este extraño evento

MadridSuena a ciencia ficción, a una de esas cosas que pasan en las películas y que son clara evidencia de que el fin del mundo está cerca, sin embargo, no son ni una cosa, ni la otra. Las lluvias de animales son un fenómeno meteorológico real, no ha sido inventado para crear miedo en las personas, y, por suerte, tampoco es una señal de que el mundo llega a su fin, aunque puedan causar desazón. 

Peces, ranas, arañas… del cielo pueden caer muchas más cosas además de agua y para todas ellas hay una explicación por parte de la ciencia ¿o no?

Lluvias de animales: qué dice la ciencia sobre este extraño evento

Este fenómeno, por sorprendente y, en ocasiones, repugnante que parezca, no es algo nuevo. A lo largo de la historia se han documentado varias lluvias de animales, lluvias que han resultado ser muy variadas, pues no parecen tener reparos a la hora de escoger la especia que cae del cielo. Tal y como recogen en Xataka, en 1894 se registró una lluvia de medusas en Bath, Inglaterra, en 2009, llovieron ranas y renacuajos en Japón, en 2011 fueron gusanos lo que llovió sobre Escocia y en 2013, en Brasil llovieron arañas. 

Aunque exista una gran variedad entre las especies que caen del cielo, incluso hay casos en los que ha llovido ratones, lo más habitual es que se trate de peces, tal y como pasó en Yasuj, al oeste de Irán, en 2024, o ranas. No estamos hablando de eventos sucedidos en el pasado lejano, cuando no existía la posibilidad de obtener pruebas reales de la existencia del suceso (como pasa con el monstruo del lago Ness o el Yeti). Esto es algo que ha pasado varias veces a lo largo del tiempo y para el que la meteorología parece tener una explicación. 

Lo más frecuente es que estos animales sean succionados por mangas marinas, que son fenómenos similares a los tornados pero en el agua. Cuando pierden fuerza, estos animales que estaban en la órbita caen, provocando estas lluvias. La mayoría de los animales mueren por el impacto al caer contra la superficie, e incluso en algunas ocasiones caen congelados, por las grandes alturas que alcanzan. 

Parece que esta es la explicación más sencilla ante la lluvia de animales, que en su mayoría son ligeros, lo que hace que la tormenta sea capaz de absorberlos, pero también desplazarlos a cierta distancia. 

Estos fenómenos han contribuido a crear ciertos mitos y leyendas, fantasías que en ocasiones adornan ligeramente la historia de algunas localidades. Por ejemplo, uno de los casos más conocidos tiene lugar en Yoro, Honduras, porque es una situación que se repite anualmente, tanto es así que incluso han creado el Festival de la Lluvia de Peces, aunque en este caso, más que caer del cielo parece que surgen por el desbordamiento de ríos o cavernas subterráneas a causa de las lluvias torrenciales, lo que hace que los peces aparezcan directamente en el suelo y no sobre tejados o coches.