Descubrir su amor por la cocina le ayudó a adelgazar más de 60 kilos

  • Pasó de pesar 155 kilos a menos de 90

  • Se liberó de su sobrepeso y de su represión por su homosexualidad

La adolescencia y juventud de Patrick Eslick fue difícil, tenía que soportar comentarios acerca de sus sobrepeso y además vivía reprimido por su condición sexual, tenía miedo a dar a conocer su homosexualidad. Esto lo hizo refugiarse en su sofá con comida y bebida basura, alejándolo de los hábitos de vida que la mayoría de los jóvenes de su edad solían llevar.

Todo cambió cuando se graduó, momento en el que pesaba casi 155 kilos, "sentí que era la oportunidad perfecta para hacer grandes cambios en mi vida", dijo, "ya no era un niño en la universidad; era un adulto con un trabajo y no me estaba cuidando" comentó a la revista Men'sHelath. Desde entonces, comenzó a coger las riendas de su vida, compartió con sus familiares y amigos su sexualidad e inició una dieta.

El amor por la cocina se convirtió en su mejor aliado

Se propuso reducir las calorías de su alimentación. Lejos de aburrirse con las típicas dietas de pollo, brócoli y arroz; Patrick descubrió su amor por la cocina y empezó a probar nuevas y divertidas recetas sanas llenas de proteínas saludables "creo que esa es la razón más importante por la que pude bajar de peso y no recuperarlo" reconoció. Además también redujo su ingesta de cerveza.

El joven complementó su dieta con el ejercicio y comenzó a correr ya que era un deporte que siempre había admirado. "Después de adelgazar los primeros 45 kilos, correr y cocinar se convirtieron en mi gran pasión". Con la buena alimentación, la carrera y el entrenamiento saludable, fue capaz de pesar menos de 90 kilos, algo que era impensable al inicio. Poco después, comenzó a observar la definición muscular y a correr maratones.

Su vida social y su confianza también dieron un cambio radical

Dice que una de las partes más difíciles ha sido decir "no" a las citas sociales. Sabía que una bebida podría convertirse en más y luego podría ir acompañada en una gran comida. Se resistió a la tentación cocinando en casa pero al final, todo este esfuerzo ha acabado mejorando su vida social, "estoy cómodo y confiado en mi cuerpo y tengo la energía para hacer las cosas que quiero hacer", dice, "cuando te respetas a ti mismo, es mucho más fácil dejar que otros entren en tu vida".