El zoo de Viena ha recibido con las manos abiertas a un nuevo miembro en la familia, un pequeño oso polar de tan solo 500 gramos. La cría, que nació el pasado 9 de noviembre, se encuentra en perfecto estado de salud. Sus cuidadores están volcados con él.
Su madre, Nora, la acuna en sus brazos para que no pase frío y esté cómoda. Nora dio a luz a gemelos pero uno de los cachorros murió después del parto. Ahora, se centra en darle todos los mimos a su pequeño.