Dicen que en situaciones de crisis, de imprevistos y de malas noticias, lo único que puede consolar es el apoyo y acompañamiento de las personas. Durante las últimas horas, una profunda tristeza invade al personal de la tripulación y total de empleados que han prestado servicios a la compañía de agencia y operadora de viajes Thomas Cook. Este lunes, 23 de septiembre, la empresa se ha declarado en quiebra.
De manera oficial, el vuelo desde Orlando a Manchester que aterrizó a las 8:52 horas, según Flight Radar, ha sido el último del operador afectado. La noticia afecta de manera notable a todos aquellos pasajeros que han contratado los servicios y que se encuentran fuera de Reino Unido, sin saber sobre cómo será su regreso. No obstante, quienes más están involucrados en esta drástica decisión son los propios trabajadores de la empresa.
En ese último vuelo de Thomas Cook, la nostalgia no tardó en apoderarse de la tripulación. El personal a bordo descubrió antes de despegar el avión que iban a trabajar de forma gratuita. Y los pasajeros que gracias a ellos iban a poder llegar a casa según lo previsto, conscientes de la situación, intervinieron para ofrecer su ayuda económica.
Al aterrizar y descender del aparato, los pasajeros han confesado las emociones vividas en los últimos vuelos de Thomas Cook: "Cuando nos detuvimos, dijeron que no les pagarían por lo que había sucedido". Por otra parte, también destacaron la nobleza de los miembros al continuar prestando un servicio de calidad: "Me quito el sombrero ante ellos por la forma en que se comportaron".
Kia Hayward, integrante de Thomas Cook, publicó en la red social Twitter: "En realidad me siento tan enferma y vacía por dentro. El trabajo de mis sueños desapareció en un abrir y cerrar de ojos".