La exposición invita a los visitantes a explorar en el mundo gastronómico más allá de lo establecido y apetecible. El precio de la entrada al museo es de 18 euros te administran una bolsa para vomitar, por si es necesaria.
No es una exposición para todos los gustos y estómagos. Esto es porque puede resultar incómodo o excesivo en algunos casos, dada lo ‘asqueroso’ que pueden ser alguno de los alimentos allí expuestos.Los visitantes halagan la originalidad de la exposición, ya que lo ven como al único.