Deporte

Consejos de Bela, leyenda del pádel, para mejorar a los 50: "Gracias a mi globo pude ser profesional hasta los 45"

Portada de 'Bela, la historia continúa'. Emprenbooks
Compartir

Cuando nos sentamos con Fernando Belasteguín para hablar de la segunda parte de su autobiografía ‘Bela, la Historia continúa’, en sus palabras se leía un relato que iba más allá del deporte: el de un chico de Pehuajó que se convirtió en el número uno del mundo durante 16 años en un deporte recién nacido. Hoy, retirado a los 46, reflexiona sobre lo que quiere decir el pádel para quienes lo descubren «más allá de los 50». Su mirada, cargada de experiencia y exigencia interior, permite entender por qué este deporte es uno de los más accesibles y valiosos para esa etapa vital.

El legado de un deportista exigente

Bela recuerda cómo, desde los 15 años, el pádel pasó de ser su ocio a una profesión con vocación internacional: “lo disfruto ahora porque durante la carrera fui muy exigente conmigo mismo”, dice. Su golpe más característico, el globo preciso, fue la clave para extender su carrera hasta los 45, concepto que él mismo define como estrategia de longevidad deportiva. Hoy apunta que si alguien desea seguir prolongando su actividad deportiva más allá de los 50, ese tipo de técnica de control y precisión resulta esencial: no basta la potencia, sino una técnica ajustada a la evolución del cuerpo.

PUEDE INTERESARTE

Este dominio técnico no solo sirve para alargar los años que se pueden pasar en la pista, sino también permite adaptarse a un pádel que ha acelerado en velocidad, transición y respuesta. Según Bela, el pádel de hoy “más rápido, con pistas más exigentes y bolas dinámicas” favorece a quienes saben gestionar ritmos y usar el cuerpo con inteligencia.

PUEDE INTERESARTE

Un deporte para seguir jugando tras los 50

Según recientes estudios y medios especializados, el pádel es una opción ideal para personas mayores de 50 años por varias razones que van más allá del rendimiento competitivo. “Es un deporte muy fácil —explica Belasteguín—. No necesitas una gran condición física ni técnica para entrar a la pista y pasártelo bien. Y eso es espectacular”. Su simpleza inicial lo hace asequible a nuevos jugadores de edad avanzada sin frustración inicial.

Además, ofrecer una gran cantidad de beneficios cardiovasculares y musculares. Solo con jugar entre 60 y 90 minutos se queman entre 400 y 700 calorías, mejora la resistencia cardiovascular y tonifica piernas, brazos, tronco y core. A esto hay que añadir que favorece la salud mental al liberar endorfinas, reducir estrés y mejorar el ánimo general. La guinda sería que sirve para mejorar el equilibrio y la coordinación, lo que resulta vital para mayores, al reducir riesgos de caídas y fomentar movilidad segura.

El componente social es otra de las claves. Al jugarse en parejas, permite crear vínculos y pertenencia. Muchos jugadores veteranos lo eligen por su facilidad para encontrar compañeros y disfrutar sin presión. En palabras del propio Bela, el pádel “lo puede jugar el hombre y la mujer, desde muy joven hasta muy adulto”. Y ese “adulto” se ha convertido en un motor silencioso del crecimiento del deporte.

Además, Para Bela, hay un aspecto clave: “Si has encontrado en el pádel el deporte que te hace feliz, cuídate y haz un poco de actividad física junto con el pádel. Cuanto más cuides tu condición física, más tiempo vas a disfrutarlo”.

Consejos de campeón para jugadores veteranos

El autocuidado del que habla Bela hace referencia a varios aspectos:

  • Preparación física previa: no se trata de hacer pesas o correr maratones, sino de estirar, calentar, cuidar articulaciones y fortalecer el core para evitar lesiones, especialmente de rodillas, hombros y espalda.
  • Buena técnica desde el principio: aprender a colocar la pala, entender los tiempos del juego y ejecutar correctamente el globo —ese golpe que Belasteguín convirtió en su sello— es más eficaz que improvisar o jugar “de oído”.
  • Gestión del descanso: tan importante como entrenar es dormir bien, hidratarse y escuchar las señales del cuerpo.

Belasteguín, que jugó hasta los 45 con una lesión crónica en el tendón de Aquiles, lo resume así: “Siempre le podés encontrar la vuelta a los adversarios, pero hay alguien que te va a ganar siempre: el tiempo”. Por eso precisamente, ya con su extraordinaria carrera deportiva a sus espaldas, Bela se confiesa: “Hoy me levanto y no me duele nada. Es una sensación extraña, después de años despertándome cojo. Pero estoy encantado de haber dejado el deporte cuando yo quise. No todos tienen esa suerte”.

Sin embargo confiesa que lo más doloroso no fueron las lesiones físicas, sino la distancia emocional de estar lejos de su familia: “ninguna lesión física supera el dolor de no ver a tu familia durante un año.” Esta confesión abre otra dimensión del pádel: para muchos aficionados mayores, el deporte también es refugio emocional, rutina con sentido y fuente de conexión con otros.

Aún así, Bela afirma sin dudar: “no cambiaría nada, pese a las dificultades y el dolor emocional que experimenté”. Su mensaje resuena: la pasión, el compromiso y la capacidad de aceptar lo bueno y lo adverso definen su carrera y su identidad. Un testimonio que ofrece a los mayores de 50 una visión poderosa: empezar o mantener el pádel no es solo ejercicio, es una forma de afirmar hábitos vitales, incluso cuando el cuerpo acuse el paso de los años.