Las 10 reglas del runner de otoño

Luis Murillo (@lmurilloarias) 12/11/2015 10:39

Con todos estos condicionantes, el peor enemigo del runner acecha con más armas y más argumentos. Se trata de la pereza. Ésta nos invita a buscar excusas, a dejarlo todo para mañana, a preferir el calor de una manta en el sofá mientras ves un capítulo de Anatomía de Grey, Gran Hermano o un partido de la omnipresente Champions League.

Necesitas argumentos, motivación y someterte a unas normas para no ser derrotado por la pereza. Y por eso estamos aquí. Salir a correr en otoño puede ser tan gratificante como en primavera y, por supuesto, tu figura y tu forma física te lo agradecerán.

Es más fácil si tienes unas reglas que seguir y he aquí el decálogo.

  1. Hazlo más de uno o dos días por semana. Cuando lo tomes como una rutina, el día que no lo hagas te faltará algo. Lo echarás de menos y harás lo posible y lo imposible por conseguir tu rato contigo mismo corriendo por la ciudad, por un parque o por el campo.
  2. Intenta aprovechar las horas de luz. Las noches son más largas y si esperamos a que se ponga el sol, la temperatura será más baja y tendremos menos ganas de salir a correr. El problema, el de siempre, que las horas de día coinciden normalmente con nuestro horario laboral pero, siempre que sea posible, el sol invita a salir a correr, sobre todo si el clima acompaña.
  3. Calentamiento obligatorio. Al comenzar el frío, la temperatura exterior es muy inferior a la interior. Por este motivo conviene empezar a correr poco a poco hasta que el cuerpo se vaya habituando al ejercicio, para después ir aumentando la intensidad progresivamente.
  4. Abrígate con prendas transpirables. El algodón está prohibido ya que se empapa y estaremos en contacto con el sudor. Recuerda, además, que todo el tejido que se quede pegado a tu cuerpo se puede enfriar una vez que hayas terminado de correr y existe el peligro de que cojas un resfriado.
  5. Protección. Puedes usar guantes u orejeras para evitar que manos y orejas se enfríen.
  6. Hazte visible. Si sales a correr de noche, sea a las últimas horas del día o por la mañana muy temprano, utiliza prendas y elementos refractantes por seguridad.
  7. Dúchate o cámbiate rápidamente una vez que hayas terminado de correr para evitar quedarte frío.
  8. Intenta no salir a correr solo, puesto que si es así tienes más posibilidades de ser derrotado por la pereza. Si quedas con alguien, en cierta medida, te sientes obligado a moverte por no quedar mal. Existen grupos de corredores que se encuentran para entrenar juntos.
  9. Márcate unos objetivos. Ésta es la mejor forma de motivarte. Hay dos maneras: correr más distancia o mejorar tu marca. Retándote a ti mismo lograrás estar con ganas por mucho que llueva o haga frío. Para esto es muy importante el uso de aplicaciones móviles especializadas.
  10. La motivación, en tus oídos. Otra arma para sentirse motivado es ir escuchando música, la radio o un podcast. Está comprobado que funciona. Además, puedes matar dos pájaros de un tiro ya que vas informándote o aprendiendo cosas a la vez que estás haciendo deporte.

El verdadero corredor, el que algún día participará en la maratón de Nueva York, el que se siente libre mientras recorre las calles de su ciudad o disfruta del contacto con la naturaleza, no se amedranta por unas gotas de lluvia. Es sólo agua. No hace daño. No mata. Y lo que no te mata te hará más fuerte.