¿Cómo reducir la factura del aire acondicionado?

  • Existen trucos para reducir el consumo eléctrico y refrescar tu hogar por menos dinero

  • La ventilación es clave, así como el uso de tejidos naturales y transpirables que ayuden a refrescar cada estancia

  • Cómo elegir un aire acondicionado

El aire acondicionado se encuentra cada vez más presente en nuestros hogares, especialmente en aquellas ciudades en las que las condiciones climatológicas dificultan mucho hacer vida normal durante los meses de calor. Sin embargo, muchas veces pasamos por alto el hecho de que existen trucos y consejos que pueden servir para refrescar cualquier hogar sin echar mano de consumo eléctrico. La ventilación natural siempre será más saludable, económica y ecológica que el uso de aire acondicionado. Si quieres que tu hogar sea más fresco y sano, toma nota de estos consejos para reducir la factura del aire acondicionado y hacer un consumo más responsable.

¿Cómo reducir la factura del aire acondicionado?

El aire acondicionado se ha convertido en un imprescindible en muchos hogares a lo largo de las últimas décadas. Presente en distintas formas, más o menos eficientes en cuanto a su nivel de consumo, utilizarlo puede supone un importante aumento de la factura de la luz durante los meses de más calor si no tenemos en cuenta ciertas pautas y trucos para ahorrar en aire acondicionado y no malgastar energía.

Es un hecho que durante los meses de verano el consumo de electricidad aumenta debido al uso de distintos equipos de aire acondicionado. Este aumento puede suponer más de 140 kilovatios hora (kWh) al mes de media cuando el usuario tiene conectado el aire acondicionado entre 7 y 8 horas al día. A pesar de que cierto aumento en el consumo de energía parece inevitable si se utiliza este tipo de aparato, existen algunos trucos para ahorrar en la factura de la luz durante estos meses.

  • Lo primero es saber cuánto consume el aparato que tenemos en casa y, para ello, deberás atender a su potencia eléctrica por hora, que indica cuánta energía consume tu aire acondicionado cada hora trabajando a máxima potencia. Si además analizas cuál es el precio medio por kW que pagas a tu compañía, tendrás datos suficientes para calcular un consumo aproximado.
  • Si tu aparato no es lo suficientemente eficiente, tal vez sea hora de optar por uno nuevo. Al igual que ocurre con el resto de electrodomésticos, éstos contienen una etiqueta identificadora en la que se indica su grado de eficiencia, utilizando la letra A acompañada de signo "+" y el color verde para los aparatos eficientes. En el caso de los A+++, el ahorro que supone utilizar este tipo de elementos puede suponer un 40 % con respecto a otras opciones menos eficientes.
  • Es aconsejable instalar este tipo de electrodomésticos alejados de fuentes de sol directo, ya que ello hará que el consumo aumente y que al aparato le cueste funcionar correctamente.
  • Evita las temperaturas extremas y opta por un término medio. Por ejemplo, el Ministerio de Industria aconseja fijar el termostato en 24 grados, o incluso más teniendo en cuenta que es natural que haga calor en los meses de verano y que durante esos meses vestimos con ropa más ligera. Un truco consiste en tener en cuenta que la diferencia máxima entre la temperatura que haya en el exterior y en el interior debe ser de 12 grados. Por cada grado de diferencia tu consumo podría subir en un 8 por ciento.
  • Haz uso del modo Eco.
  • Evita usar aire acondicionado durante la noche. Siempre que sea posible, opta por ventilación natural, creando corriente y aprovechando el frescor de la noche (cuando exista). Tampoco es saludable abusar del aire acondicionado, especialmente de noche.
  • Ten en cuenta la importancia del aislamiento de tu hogar y sus estancias. Este factor es clave para que la temperatura deseada se quede dentro del perímetro de nuestro hogar, sin malgastar energía. Cierra puertas y ventanas cuando utilices el aire acondicionado.
  • Juega con los elementos de tu hogar para regular la temperatura de forma natural: de noche puedes abrir ventanas y airear, generando corrientes; de día puedes bajar persianas o extender cortinas para evitar el sol directo y un consecuente recalentamiento de las estancias de tu casa. También te ayudará despejar las estancias de tu casa y elegir tejidos veraniegos, transpirables y frescos, preferiblemente en tonos claros.
  • Haz uso de mosquiteras si la presencia de insectos te impide abrir ventanas por las noches: siempre será mejor que dormir con la ventana cerrada respirando aire acondicionado.
  • Si tienes posibilidad, refresca el suelo de tu terraza o balcón por las noches con agua y aprovecha para regar tus plantas. Ayudarás a rebajar la temperatura de este área y, con ello, también la de las estancias contiguas. Además, es la mejor hora para regar.
  • No olvides limpiar el aparato de aire acondicionado, sobre todo los filtros de aire. La suciedad puede suponer un aumento de consumo, al ser necesaria más energía para refrigerar correctamente.
  • Compensa con un menor consumo de energía en otras áreas. Por ejemplo, en verano el uso de secador de pelo deja de ser imprescindible, podemos cocinar menos y consumir más productos frescos, ducharnos con agua tibia o fría, aprovechar más las horas de luz solar...