El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato y el ex consejero delegado Francisco Verdú conocían la existencia de irregularidades en las cuentas de 2011 de la entidad financiera. La Fiscalía Anticorrupción ha argumentado así la ampliación de su acusación en el juicio que se le sigue a ambos exdirectivos por la salida a Bolsa de la entidad, de la que resultaron afectados miles de usuarios.
La Fiscalía elevó las penas que pedía inicialmente por delito de estafa a inversores y añadió el de falsedad contable por las cuentas de Bankia y BFA del ejercicio 2011 el pasado mes de julio. Este lunes en el inicio de la fase final del juicio en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid), la fiscal Carmen Launa ha explicado que los cambios en su acusación se han realizado con total transparencia y responden al principio de legalidad que exige la función del Ministerio Público.
Launa ha argumentado que durante el proceso se han practicado nuevas pruebas y se han recogido testimonios que han aportado claridad a otras, por lo que sus premisas iniciales hayan tenido que ser matizadas o reconsideradas.
La fiscal ha relatado que los trabajos de PwC y AFI han sido actualizados en el plenario con una revisión de las coberturas a 31 de diciembre de 2010, tras la constitución del Sistema Institucional de Protección (SIP) que dio lugar al grupo BFA-Bankia.
La información aportada por Bankia en la fase de instrucción, no había sido contrastada y valorada ante el plenario, por lo que interrogó a un elevado número de testigos y peritos sobre los niveles de cobertura, subrayó la fiscal.
En este sentido, Launa ha destacado la relevancia de la declaración de Ildefonso Sánchez Barcoj y de Ana María Martínez Pina. Asimismo, ha señalado que la valoración del trabajo del auditor externo se ha realizado "con un nuevo prisma", al entender que las nuevas pruebas aportadas "claramente estaban a su alcance en el momento de realizar su auditoría".
También han reforzado la valoración de la Fiscalía los correos remitidos por el auditor externo al comité de auditoría y cumplimiento y la declaración del auditor Francisco Celma, que arrojaron nueva luz a numerosos documentos de la causa y reforzaron la carga probatoria a los hechos imputados sobre las cuentas del 31 de diciembre de 2011 de Bankia y BFA y acreditaron el conocimiento de sus autores sobre la falsedad de las cuentas formuladas, según ha explicado Launa.