Desempleo friccional: cuando coges la puerta y te vas del trabajo sin necesidad de que te despidan

  • Hace referencia a un tipo de desempleo relativamente voluntario

  • La creación de una empresa, el cuidado familiar suelen hacer común este tipo de desempleo

  • Desacuerdos con la empresa o la falta de realización personal o las ganas de cambio también lo provocan

Uno de los conceptos clave en relación con el mundo del empleo es el de desempleo friccional, quizás su tipología más desconocida y la más peculiar de todas. Hace referencia a un tipo de desempleo relativamente voluntario, marcado por el periodo desde que el trabajador deja un puesto de trabajo por decisión propia hasta que encuentra otro de su agrado. Puede deberse a muchos motivos: un giro en su carrera, iniciar otros estudios, esperar a una oferta que le interese de verdad, tomarse un año sabático... ¿Qué es el desempleo friccional?

Desempleo friccional: ejemplos y diferencias con el desempleo estructural

El desempleo friccional está íntimamente relacionado con la situación personal de cada persona y con sus propios motivos para abandonar un puesto de trabajo en busca de otro (o bien en busca de un periodo no laboral, la creación de una empresa, el cuidado familiar... Su nota más característica es la voluntariedad: la persona elige no trabajar, aunque cabría plantearse hasta qué punto ciertas situaciones dejan margen para la voluntariedad en la toma de una decisión de este tipo.

En cualquier caso, y a nivel estadístico, se contabilizarán bajo esta categoría aquellos casos en que se abandone un empleo sin que haya despido de por medio. No hace falta que existan grandes motivos: un simple desacuerdo con la política de la empresa, la falta de realización personal, la voluntad de cambiar de lugar de residencia... son supuestos que podemos incluir en esta categoría. Eso sí, se puede hablar también de desempleo de búsqueda (o de espera) par referirnos específicamente a los casos en que se busca otro trabajo en el mismo sector, pero con mejor remuneración.

Desde el punto de vista de la economía, este tipo de desempleo suele restarse cuando se trata de extraer datos sobre el desempleo en un país. Así, el desempleo real sería el resultado de restar a la tasa de desempleo el desempleo friccional o voluntario. Su existencia provoca que sea, en la práctica, inviable alcanzar el pleno empleo, es decir, una situación en la que toda la población activa tuviera trabajo. También juegan en contra del pleno empleo las diferencias entre la capacitación de la población activa y la oferta de empleo que parta de los empresarios.

Además, aunque el desempleo friccional es natural y no tiene por qué suponer un problema para una economía, es posible que se generen situaciones en las que algunos tipos de trabajo no se lleven a cabo porque nadie esté dispuesto a desempeñarlos.