Los datos hablan: así ayudan los jubilados con su pensión a otros hogares en apuros en toda España

Gracias a las pensiones la pobreza se reduce 5,4 puntos entre la población de 0 a 64 años
Sin el soporte del Estado, más de 10 millones de personas caerían por debajo del umbral de pobreza
Según el CIS, un 38% de los españoles reconocen que la mayor contribución de los abuelos a la sociedad en su conjunto es la ayuda económica a sus familias
El sistema de pensiones es un comodín de la economía que saca de la pobreza a millares de hogares, no solo de jubilados, sino también de familias que gracias a las pensiones de sus mayores pueden llegar a fin de mes o complementar su economía. Así se asegura en el último informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, EAPN-ES, que analiza por comunidades autonómicas los adultos menores de 65 años y los niños que salen de la pobreza gracias a lo que aportan las pensiones a sus hogares.
Carlos Susías, presidente de EAPN-ES, destaca la relevancia del sistema público de pensiones como pilar social del conjunto de la población, frente a quienes lo cuestionan constantemente y también frente a los discursos de enfrentamiento intergeneracional, entre jóvenes y mayores. “Es un fenómeno conocido, pero poco estudiado, porque existen intereses económicos muy poderosos que airean una y otra vez el problema del gasto creciente que suponen las pensiones, y no el soporte que ofrecen a cientos de miles de hogares que no llegarían a fin de mes sin el apoyo económico de estas pensiones”, asegura Susías.
El escudo del Estado
A través de los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida, que publica el INE (Instituto Nacional de Estadística), el estudio muestra dos escenarios. El primero visibiliza el impacto de las transferencias del Estado –sin tener en cuenta las pensiones de jubilación y supervivencia– en la reducción de la pobreza hoy en día. El segundo incluye también las pensiones públicas.
Si el Estado solo realizara transferencias de jubilación y supervivencia y ninguna otra, la tasa de pobreza se incrementaría desde el 20,2% hasta el 26,2%, es decir, 6 puntos porcentuales más. En otras palabras, las transferencias sin tomar en cuenta las pensiones evitan que casi 3 millones de personas entren en la pobreza, indica el estudio.
Cuando se tiene en cuenta el impacto de las pensiones, la reducción de la pobreza es mucho mayor, de 16,4 puntos porcentuales, alrededor de 7,8 millones de personas, ya que son el medio de vida principal para una gran parte de los jubilados.
El informe muestra también cuánto se reduce la pobreza entre personas menores de 65 años debido a las pensiones, ya que forman parte de los ingresos de sus hogares. Así, “a nivel nacional, gracias a estas pensiones la pobreza se reduce de media 5,4 puntos entre la población de 0 a 64 años”, destaca el estudio.
Gracias a las pensiones, Cantabria reduce su riesgo de pobreza casi un 10%. Galicia, Asturias y Canarias, un 8%; Castilla y León un 7%; Aragón, Murcia y el País Vasco entorno al 6%; Baleares, Madrid, La Rioja, Extremadura, Andalucía, castilla-La Mancha y Valencia, sobre el 5%; y Cataluña, Melilla, Navarra y Ceuta, reducen su nivel de pobreza un 4%.
Aportaciones no contempladas
Pero las aportaciones de las pensiones a la economía social son mayores a las que señala el estudio. Hay muchas ayudas que no se contemplan. Por ejemplo, las ayudas económicas directas, que provienen de las pensiones de los abuelos y pasan a las familias sin que se registren en ningún lado.
Según un reciente Barómetro del CIS, los españoles reconocen que la mayor contribución de los abuelos a la sociedad en su conjunto es la ayuda económica (38%), por delante de mantener la familia unida (26%), cuidar de otros miembros de la familia (24%) o dar cariño (23%) y consejos (23%). Asimismo, un 30% de los españoles asegura que sus abuelos le ayudan o le han ayudado económicamente; con las tareas domésticas (27%); con los estudios (19%); y con el cuidado de los hijos (14%).
Otro estudio de la confederación de organizaciones de mayores UDP concluye que el 42% de las personas mayores ayudan o han ayudado económicamente a sus hijos e hijas, familiares o a sus amistades en los dos últimos años, “consolidando la solidaridad de las personas mayores como una estrategia clave de apoyo de las difíciles situaciones económicas o laborales a las que se enfrentan muchas personas en España”, dice el informe de UDP, que señala que el 90% de las personas encuestadas que han proporcionado ayudas económicas, las han destinado exclusivamente a sus hijos o hijas, siendo las principales personas receptoras de estas ayudas.
Solidaridad
Esta encuesta aporta un dato interesante, las personas de entre 65 a 74 años y que menos tienen, son aquellas que más ayudas económicas realizan, pues el porcentaje entre quienes tienen capacidad de gasto insuficiente, el 58%, es significativamente superior al registrado entre aquellas personas encuestadas que cuentan con una capacidad equilibrada, que se sitúan por debajo del 40%.
La encuesta de UDP también establece que el 33% de los mayores cree que durante los próximos meses tendrá que ayudar económicamente a algún hijo, hija u otra persona de su familia o a una persona amiga, sin embargo, el 84% de los mayores encuestados consideraban que no van a necesitar ayuda económica.
El sistema de pensiones posibilita la creación de una red de apoyo familiar y social que va más allá de lo económico. “No es posible cuantificar económicamente los miles de horas de trabajo que posibilitan los abuelos cuidando a los nietos, o las aportaciones en dinero que transfieren a las familias con pequeñas ayudas mensuales o con compra de ropa, comida o ayuda con los gastos escolares. Cuando se realizan los cálculos actuariales en pensiones, se calcula cuanto aportas y cuanto recibes, pero no se contemplan todos estos factores que actúan en la economía y en la sociedad del país y sin los cuales cualquier cálculo queda lejos de reflejar la realidad”, concluye Susías.