Jubilación

Método 'Bucket' para jubilados en 2025: organiza tu dinero para vivir tranquilo y darte caprichos sin culpa

El método 'bucket' permite llevar una buena gestión de ahorros y ganar rentabilidad. Unsplash
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La jubilación es una etapa de la vida que muchas personas esperan con ilusión, pero que también puede generar cierta preocupación, especialmente en lo que respecta a la gestión del dinero. Tras décadas de trabajo y ahorro, llega el momento de disfrutar, pero también de administrar con eficacia el patrimonio acumulado para garantizar una vida tranquila y sin sobresaltos financieros. En este contexto, el método ‘Bucket’ o método de los cubos, se presenta como una estrategia sencilla y eficaz para organizar los ahorros y planificar la retirada del capital con confianza.

¿En qué consiste el método ‘Bucket’?

El método ‘Bucket, llamado así por la palabra del inglés que significa cubo, es un sistema de gestión financiera que consiste en dividir el patrimonio en diferentes compartimentos o “cubos”, cada uno de ellos destinado a cubrir necesidades económicas concretas durante la jubilación. La idea principal es asignar el dinero a distintos plazos según el momento en que se prevé que se vaya a necesitar, lo que permite optimizar tanto la rentabilidad como la seguridad del capital.

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Este método ayuda a reducir la incertidumbre y el miedo a quedarse sin dinero, ya que facilita una visión clara de los recursos disponibles y de cómo se irán utilizando a lo largo del tiempo. Además, permite adaptar la inversión de cada cubo al horizonte temporal correspondiente, combinando liquidez y rentabilidad de forma equilibrada.

El método suele funcionar con tres cubos principales, aunque cada persona puede adaptarlo a sus necesidades y circunstancias. A continuación, se describe la estructura básica:

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  1. Cubo 1 (liquidez inmediata a corto plazo): este cubo contiene el dinero necesario para cubrir los gastos corrientes y necesidades inmediatas, normalmente para un periodo de entre uno y tres años. Incluye fondos para alimentación, vivienda, salud, ocio y cualquier imprevisto. El objetivo aquí es garantizar liquidez, por lo que el dinero se mantiene en cuentas corrientes, depósitos a la vista o fondos monetarios de bajo riesgo. Así, el jubilado sabe que tiene cubiertas sus necesidades básicas y puede afrontar imprevistos sin tener que vender inversiones a largo plazo en momentos desfavorables.
  2. Cubo 2 (ingresos a medio plazo): el segundo cubo está destinado a cubrir los gastos previstos para los siguientes tres a siete años. Aquí se pueden incluir productos de inversión de riesgo moderado, como fondos de renta fija, bonos o depósitos con vencimiento a medio plazo. El objetivo es obtener algo más de rentabilidad sin asumir riesgos excesivos, sabiendo que estos fondos estarán disponibles cuando se agote el cubo 1. También pueden incluirse rentas vitalicias o planes de pensiones con opción de rescate parcial.
  3. Cubo 3 (crecimiento a largo plazo): el tercer cubo es para el dinero que no se necesitará en el corto ni medio plazo, es decir, para los gastos a más de siete años vista. Aquí es posible asumir algo más de riesgo e invertir en productos con mayor potencial de rentabilidad, como fondos de renta variable, acciones o inversiones inmobiliarias. El objetivo es que este capital siga creciendo y, cuando llegue el momento, pueda ir rellenando los cubos anteriores según sea necesario.

Ventajas del método para jubilados

  • Tranquilidad y seguridad: Al saber que las necesidades inmediatas están cubiertas, se reduce la ansiedad ante la volatilidad de los mercados o los imprevistos económicos.
  • Mejor planificación: Es más fácil planificar las retiradas y evitar la descapitalización rápida del patrimonio, ya que se establecen plazos y objetivos claros para cada parte del dinero.
  • Optimización de inversiones: Permite invertir a largo plazo sin miedo, pues el dinero para el día a día está separado y a salvo. Así, se puede buscar mayor rentabilidad en el cubo de largo plazo sin comprometer la estabilidad.
  • Adaptabilidad: El método es flexible y se puede ajustar en función de los cambios en la situación personal, la salud, la inflación o las condiciones del mercado.

Implementar este sistema requiere un análisis previo de la situación financiera personal: ingresos, gastos, patrimonio disponible, expectativas y necesidades futuras. Estos son los pasos básicos para poner en marcha el método:

  1. Calcular los gastos anuales y estimar el horizonte temporal de cada cubo.
  2. Dividir el patrimonio en los tres cubos principales, asignando a cada uno el importe necesario según las previsiones.
  3. Seleccionar productos financieros adecuados para cada cubo, priorizando la liquidez y seguridad en el corto plazo y la rentabilidad en el largo.
  4. Revisar y reajustar periódicamente la distribución según cambien las necesidades o el entorno económico.

Pongamos como ejemplo el de un matrimonio recién jubilado con un patrimonio de 300.000 euros cuyos gastos anuales ascienden a 25.000 euros. Así podrían organizar sus ahorros con este método:

  • Cubo 1: 75.000 € (para cubrir los tres primeros años de gastos), depositados en cuenta corriente y fondos monetarios.
  • Cubo 2: 100.000 € (para los años 4 a 7), invertidos en fondos de renta fija y depósitos.
  • Cubo 3: 125.000 € (para el largo plazo), invertidos en fondos de renta variable y activos de mayor riesgo.

Cada año, deberían revisar el saldo de cada cubo y, en caso de ser necesario, realizar traspasos desde el cubo 3 al 2 y del 2 al 1. Así, siempre tienen garantizada la liquidez y la tranquilidad financiera. El método ‘Bucket’ es una herramienta sencilla, flexible y eficaz para gestionar el dinero durante la jubilación. Al dividir el patrimonio en varios “cubos” con diferentes horizontes temporales, se logra el equilibrio entre liquidez, seguridad y rentabilidad. Esto permite a los jubilados vivir con mayor tranquilidad, con la certeza de que sus necesidades presentes y futuras están cubiertas y sin miedo a los vaivenes de los mercados. Adaptar esta estrategia a la situación personal y revisarla periódicamente será clave para disfrutar de una jubilación estable y más despreocupada.