6 razones para vender tu casa después de los 50 y comprar una más pequeña

Una casa grande es necesaria en algunos momentos de la vida, pero ¿lo es siempre?
Muchas personas se plantean comprarse una casa más pequeña y no es mala idea
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MadridA lo largo de la vida las cosas cambian, lo que antes era necesario puede dejar de serlo con el tiempo y aferrarse al pasado puede llegar a convertirse en una carga. Puede que en el pasado necesitáramos una casa grande, con muchas habitaciones o espacio extra, con muchas habitaciones o espacio extra, pero si ahora las cosas ya no son así, venderla para comprar otra más pequeña puede ser una gran idea, al fin y al cabo, adaptarse es lo mejor que podemos hacer.
Los motivos para hacer esto pueden ser de muchos tipos: emocionales, económicos, prácticos… Lo cierto es que hay muchas razones, muy lógicas si se analizan con la cabeza y no con el corazón, para vender tu casa una vez pasados los 50 años, cambiando esta por otra que se ajuste más a lo que es nuestra vida actual. Porque no solo se trata de cambiar de casa, es el hecho de hacerlo por otra más pequeña donde veremos las ventajas.
Razones para vender tu casa después de los 50 y comprar una más pequeña
Quien lo tiene claro, no necesita razones para dar el paso, pero quien esté dudando sobre si es una buena idea hacer este cambio, puede que estos motivos hagan que se incline la balanza:
- Menos gastos. Una vez que no se necesita el espacio extra, una casa más pequeña puede ser la perfecta inversión a largo plazo, porque los gastos son menores, como la luz, también calentarla es más sencillo y también mantenerla fresca.
- Hipotecas más bajas. El terreno financiero es clave a la hora de escoger un hogar, con una casa pequeña hay más posibilidades de una hipoteca baja.
- Más sostenible. Una casa más pequeña requiere menos recursos para construirse, también para mantenerse, lo que reduce la huella de carbono. Favorece un consumo más responsable porque puedes acumular menos.
- Prioriza lo esencial. Como señalábamos, al tener menos espacio para llenar de cosas, aquellas que no son relevantes desaparecen de nuestra vida, centrándonos en lo que necesitamos y, sobre todo, en lo que queremos. Una casa más pequeña favorece un consumo más consciente
- Más fácil de limpiar. El tiempo se ha convertido en un bien escaso en la actualidad y nadie quiere perderlo haciendo cosas que no nos gustan. Limpiar una casa pequeña lleva menos tiempo que hacer lo mismo en una casa grande, lo que nos deja más tiempo libre para nosotros mismos, además es mucho menos cansado y costoso.
- Las casas pequeñas son más fáciles de vender. Una casa asequible es mucho más sencilla de vender que una grande, con un público más reducido. Esto aporta una mayor flexibilidad en caso de que surjan nuevas oportunidades o la vida vuelva a cambiar.
Hay muchos elementos a tener en cuenta a la hora de tomar una decisión como esta, conviene pensarlo bien, pero si un cambio es lo que se necesita, puede que un hogar más sencillo de mantener y que resulta menos costoso, que nos invita a llevar un estilo de vida más simple, con menos espacio que mantener y que administrar, sea una buena solución.

