Crisis de ventas de abrigos: los millones que están dejando de ingresar por la sequía

eltiempohoy.es 19/11/2017 08:27

El año 2017 está entre los más cálidos que se conocen, el veroño se alarga y todo indica que en noviembre y diciembre hará más calor de lo habitual. Con esta perspectiva, el textil es uno de los sectores económicos al que el retraso en la bajada de temperaturas está afectando más directa y negativamente.

Aunque los datos oficiales del mes de octubre se podrán conocer a finales de noviembre, así nos lo hizo saber Javier Hortelano (presidente de la Asociación Española de Centros Comerciales), desde Acotex (Organización Empresarial del Comercio Textil y Complementos) estiman que se ha producido una caída en las ventas de entre el 10% y el 15% respecto del pasado año que, por cierto, también fue bastante malo. Eso en términos generales, porque cuanto más al norte pongamos el ojo, peores son las cifras.

Y así parece ser, según datos de la Federación Provincial de Comercio de Pontevedra, la escasez de agua y las altas temperaturas están suponiendo una caída en las ventas de calzado y textil de hasta el 35% con respecto a 2016. Según explicaba su presidente, Antonio Reguera Repiso, al Diario de Pontevedra, el problema no es sólo que este año esté siendo cálido, sino que también lo fue el pasado, así que las prendas de abrigo que aún cuelgan en los armarios están prácticamente nuevas.

Uno de los grandes problemas, según explicaba a Servimedia Eduardo Zamácola, presidente de Acotex, es que las marcas no se adaptan a las necesidades de los clientes: "No tiene mucho sentido que en el mes de agosto o septiembre estemos vendiendo abrigos, por lo que tendremos que hacer colecciones que tengan un ciclo de vida más corto y que ese ciclo de vida se adecúe a las necesidades del cliente que están relacionadas con la climatología".

Y no es un contratiempo exclusivo del norte. Ome Raki es una tienda de ropa que acaba de aterrizar en el centro de Cádiz. Olga, su dueña, no es nueva en estas lides así que tiene años de experiencia y de "veroños" como empleada. "Mi problema está siendo el arranque del negocio. Cuando abres una tienda en septiembre compras ropa de temporada, lana, pana, borrego…, yo aún no cuento con un stock con el que ir tirando mientras dura el calor y es ridículo que intente vender esta ropa mientras en la calle hace casi 30 grados”. Y seguidamente bromeamos con un Black Friday que pille con mucho frío.

Y aquí está la otra puntilla otoñal del negocio textil, el de las promociones y rebajas. Entrados ya de lleno en noviembre el cliente está a la espera de descuentos agresivos como los del Black Friday, las cada vez más habituales promociones de mid season o las rebajas de enero. El problemas es que si bien en ese momento se recupera parte de lo invertido, para el comerciante los márgenes son insostenibles, especialmente en esta época del año en que la inversión suele ser mayor que la que se hace en la temporada de verano.