Las elecciones andaluzas se convierten en una previa de las generales

Las elecciones en Andalucía se han convertido en una previa de las generales. Pesos pesados de los partidos han arropado a los líderes regionales durante el último fin de semana de precampaña. "Es la primera etapa de un proceso electoral clave para nuestro partido", ha dicho totalmente volcado en Andalucía, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.

El líder del PP pretende llegar a Moncloa y acabar con la actual política económica. "Es todavía mucho peor la reconstrucción institucional y la reconstrucción de la credibilidad de las instituciones del Estado", ha dicho, insistiendo en que además hay un Gobierno dividido: "Lo que es noticia es que haya dos ministros de acuerdo en el Gobierno de España". Y sin necesitar, confía, a Vox, del que duda de su capacidad de gestión. El PP se muestra más que seguro de la victoria.

Optimismo en el PSOE

Más optimistas, incluso, están desde el PSOE. Tanto el partido como el Gobierno. La vicepresidenta Nadia Calviño está "convencida de que los ciudadanos aprecian y reconocen el esfuerzo y el trabajo que hemos dedicado desde hace 4 años" y la vicesecretaria general, Adriana Lastra, destaca el tono positivo de los socialistas, frente al negativo del PP, de votar a todo en contra. "Porque el Partido Popular siempre es el mismo. Pueden mudar la cara. Hoy pueden llevar barba y mañana no. Hoy puede hablar más rápido o más despacito. Puede ser más alto o más bajo, pero es el mismo Partido Popular de siempre". Y arrodillado, añade Lastra, ante la ultraderecha negacionista.

Vox, por su lado, ha estado en Motril de jura de bandera, con su candidata, Macarena Olona, que señalaba: "Tenemos la oportunidad de introducir en Andalucía un cambio real".

Por su parte, Ciudadanos sigue confiando en su gestión. "Ciudadanos es el único partido al que se vota para que haga políticas sociales con corazón y políticas económicas con cabeza", ha dicho su presidenta, Inés Arrimadas, que aspira también a mantenerse esta legislatura, con una primera propuesta. Una ley antifloreros, para evitar cargos que cobran sin trabajar, acompañados de una colección de asesores, como, dice, ha ocurrido en Castilla y León, con el PP acompañándose de Vox.