Almeida asegura que el entierro o la incineración de cadáveres en Madrid "no se puede garantizar diariamente"

  • Asegura que no hay riesgo de colapso en estos momentos

  • La decisión más difícil ha sido convertir el Palacio de Hielo en morgue

España se ha convertido en el segundo país del mundo con más muertos por coronavirus. José Luis Martínez-Almeida ha sido quien ha tenido que estar la frente de la capital de España en esta crisis global. Desde que comenzaron a incrementarse los contagios, el alcalde de Madrid ha llevado a cabo diferentes medidas como el cierre de parques o la creación de un hospital de campaña en Ifema junto a la ayuda de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid.

Sobre estas difíciles decisiones, Almeida ha estado hablando en una charla en el periódico 'El Español'. En esta entrevista que le ha realizado el medio de comunicación, el alcalde de Madrid se ha pronunciado sobre la decisión de convertir el Palacio de Hielo en una morgue a la que acuden los cadáveres de los fallecidos por coronavirus o sobre la polémica que abordan los crematorios de la capital en la que se asegura que no dan a basto incinerando cuerpos.

Sin embargo, José Luis Martínez-Almeida ha querido dejar claro que en los crematorios de Madrid no existe la posibilidad de un colapso. "Lo que sí existe es una determinada capacidad para asumir enterramientos y cremaciones y esa capacidad, con el volumen de fallecimientos que hay en Madrid, no se puede garantizar diariamente", revela el alcalde.

"Necesitábamos un depósito de cadáveres para poder ir atendiendo a las cremaciones. Pero no riesgo de colapso, aunque sí es cierto que con la capacidad que hay no da tiempo a incinerar o enterrar diariamente a todos los fallecidos que hay en Madrid", confirma Almeida.

Convertir el Palacio de Hielo en la morgue de la capital

Además, en esta charla el alcalde madrileño ha asegurado que la decisión más difícil que ha tenido que llevar a cabo durante esta crisis es la de convertir el Palacio de Hielo en morgue para recibir los cuerpos de los muertos por coronavirus: "Que un centro de ocio se tenga que transformar en una morgue que, además, está en una zona residencial; además, la repercusión que va a tener sobre las familias que pierden a sus seres queridos, que no pueden hacer velatorios ni entierros con todos los seres queridos.

Por otro lado, Alemeida confirma que aunque esta medida fue muy dura ha sido realmente necesaria: "Que los ataúdes en estos momentos estén en el Palacio de Hielo, desde el punto de vista humano, fue muy duro, pero era una medida muy necesaria".