Esperanza Aguirre se ha defendido de las duras críticas recibidas por proponer que la final de la Copa del Rey se juegue a puerta cerrada para evitar pitadas y ha afirmado que "hay quien dice que no debería haber dicho lo que he dicho y que hay que amparar la libertad de expresión de quienes quieren hacer pitadas... espero que amparen también la mía".
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Urquijo ha afirmado este miércoles que no comparte las manifestaciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid sobre la final de la Copa del Rey, porque "no corresponde en absoluto y está fuera de lugar plantear la suspensión del partido y la celebración a puerta cerrada" ante la posibilidad de que se pueda producir una pitada contra el Príncipe o durante la reproducción del himno de España.
No obstante, ha indicado que es la propia presidenta madrileña quien debe decidir si "tiene que hacer una rectificación" de sus palabras. Cualquier intento de politización o de utilización de este espectáculo está fuera de lugar", ha subrayado.
El propio presidente de los populares vascos, Antonio Basagoiti, discrepa de la presidenta de la Comunidad y ha precisado que se debe jugar la final en Madrid "con total tranquilidad" y que, si hubiera sido por eso, no habría habido partido entre el Athletic Club y el Atlético de Madrid en Bucarest porque los aficionados del Atlético llevaban banderas con el águila preconstitucional.
"Y, si a alguien no le gusta la pitada, que a mí tampoco me gusta, a mí tampoco me gustan los insultos de 'vascos, moriros' o los insultos que se ven en los fondos de campos de Madrid con banderas preconstitucionales", ha apuntado.
"No politizar ningún evento deportivo"
Desde las filas de PP catalán también han surgido voces discordantes con la opinión de Aguirre. La presidenta, Alicia Sánchez-Camacho, ha afirmado que "no se deben politizar los eventos deportivos y el PP catalán lo que desea es que se celebre un partido en el que las familias y tanto los que quieren que gane el Athletic como los que queremos que gane el Barça podamos disfrutar de una fiesta deportiva".
Para la líder de los 'populares' catalanes, no se debe "caer" en las "trampas que ponen los radicales" porque éstos "representan a muy pocos, a una minoría", y no a la "gran mayoría de los catalanes y los vascos", los cuales, en su opinión, lo que quieren es "disfrutar de un partido con deportividad como el que se va a jugar el viernes".
Desde el ministerio del Interior piden tranquilidad
El propio ministro del interior, Jorge Fernández Díaz, ha rechazado la propuesta de Aguirre y ha pedido que "no se mezcle la política con el deporte". "La final de la Copa del Rey se jugará sin ninguna duda", ha sentenciado.
El responsable de interior ha pedido "serenidad y tranquilidad" de cara a la final y ha insistido en que "no va a pasar nada". Durante una visita a los talleres infantiles de la Semana de Protección Civil 'La prevención empieza en la escuela', Fernández Díaz ha explicado que el dispositivo policial "será el propio de un acontecimiento deportivo de esta magnitud".
Por ello, ha animado a las aficiones a que estén "tranquilas y vengan a Madrid con la familia a ver el partido y a disfrutar del fin de semana en la capital". De hecho, ha señalado que su hijo será uno de los aficionados que llegue desde Barcelona "para animar a su equipo". "Es muy blaugrana", ha aseverado.
"Todo menos una hooligan"
Una de las pocas voces que han salido en defensa de Esperanza Aguirre ha sido la de el presidente de Cámara de Comercio, Arturo Fernández, quien ha indicado que la mandataria de la Comunidad de Madrides "todo menos una hooligan".
Para Fernández, la propuesta de Aguirre " tiene su lógica. Si usted juega la Copa se atiene a jugar en Madrid y a que no haya alteraciones de lo estipulado en la democracia española".