Cuando el amor de toda una vida acaba 'reinando': "Es algo inédito que la madrastra se convierta en la heroína del cuento"
La coronación de Carlos III pone en primer plano su relación con Camila Shand, con la que lleva 50 años de relación: ¿cuáles son las claves de una pareja longeva?
Lara Ferreiro, psicóloga y terapeuta de pareja: “Carlos y Camila están en la fase del amor incondicional, la última antes de la despedida final”
Según los expertos, la clave para mantener una relación a lo largo de los años es que haya compañerismo y complicidad en la pareja
Desde tiempos inmemoriales, la monarquía británica ha sido una fuente inagotable de historias que han nutrido la obra de literatos, dramaturgos, cineastas y simples ciudadanos. El ceremonial de la coronación de Carlos Felipe Arturo Jorge Windsor Mountbatten como nuevo rey de Inglaterra podría ser un simple relevo entre monarcas si no fuera por la intrincada historia personal de sus protagonistas.
En sus 74 años, Carlos III ha vivido muchas vidas: ha sido el heredero, a disgusto de su padre, el play boy a su pesar, el marido de una fuerza mediática como Diana de Gales y, ahora, el monarca casado con la mala de la película: Camila Shand, su novia de toda la vida, la amante no tan en la sombra y la nueva reina. Podría decirse que, finalmente, el amor reina, aunque el camino haya sido doloroso. ¿Qué clase de pareja aguantaría estos 50 años de relación?
El peculiar amor de Carlos y Camila
“El amor de Carlos y Camila es especial”, confirma la psicóloga y terapeuta de pareja Lara Ferreiro, para quien la pareja real ejemplifica en sí misma la dinámica de cualquier relación amorosa longeva. “Carlos y Camila están en la fase del amor incondicional. El amor es como un vídeojuego: la primera pantalla es la de la pasión y la efervescencia. Luego está la pantalla dos, la de la tranquilidad. La tres ocurre como a los diez años, cuando suele haber una crisis. Y la cuatro, es la suya, la del amor incondicional. La última pantalla, la quinta, es la de la despedida”.
Lo cierto es que su historia fue especial desde el primer momento: Carlos, entonces príncipe de Gales, y Camila Shand, aristócrata cercana al círculo real, se conocieron en 1970. La joven le dijo al príncipe que “tenían algo en común”. Ese nexo común era la relación que su bisabuela, Alice Keppel, mantuvo con Eduardo VII, el tatarabuelo de Carlos. Desde el primer momento, hubo mucha química y algún corazón roto: el de Carlos cuando su entonces novia anunció súbitamente su compromiso con Andrew Parker-Bowles.
El matrimonio de Camila con el militar, sin embargo, no cortó el vínculo de los antiguos amantes. “En ese momento iniciaron una relación boomerang, con idas y venidas, y con un punto tóxico en el que hicieron daño a muchas personas. Recordemos los divorcios de ambos y la famosa frase de Diana de Gales ‘en mi matrimonio éramos tres”, advierte la psicóloga.
El cuento cambia: la madrastra llega a reina
Para la experta, Carlos y Camila han logrado sobrevivir como pareja en sus 50 años de relación como aliados. “Hay parejas enemigas y parejas aliadas. Ellos son lo segundo, hacen un frente común frente a los agentes externos, como la prensa sensacionalista. Además, se dice que son muy amigos y que se cuidan y cuidan la relación”, explica Ferreiro.
