¿Debes quitar el polvo antes de pasar la aspiradora?
Cuando llega el momento de hacer limpieza general, organizarse puede ayudarnos mucho
Si no limpias el polvo de muebles, archivos, mesas o lámparas antes de usar el aspirador, será como si no lo hubieras utilizado
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MadridEs inevitable en algún momento de la semana, llega la hora de la limpieza general de la casa. La falta de planificación puede jugarnos una mala pasada, pues puede que algunos elementos queden en el olvido, o incluso se limpien en el momento menos adecuado, haciéndonos limpiar de nuevo superficies que ya habíamos limpiado; por eso mismo y para ahorrar tiempo e incluso enfado, lo mejor es planificar cómo y en qué orden se debe de limpiar.
Uno de los trucos que más ponen en práctica las amas de casa es la buena organización, de arriba a abajo siempre, de los elementos a los que hay que quitar la suciedad. En cuestiones de limpieza, el orden de los factores sí altera el producto.
Por lo general, después del lavado, quitar el polvo, hacer las camas, limpiar las ventanas y así sucesivamente, se termina con la limpieza del suelo. “En primer lugar, antes de limpiarlo, hay que aspirar el polvo depositado después de la polvareda que hemos levantado: eliminar la suciedad aspirando, parece obvio, pero en realidad, podemos seguir algunos consejos para optimizar los resultados. Comenzamos apartando los objetos de la habitación, subiendo las sillas a las mesas, y recogiendo las alfombras y todos los objetos que haya en el suelo. Una vez hecho esto, sigue los siguientes pasos para limpiar fácilmente y en profundidad,” aseguran desde Polti, empresa especializada en productos de la limpieza para el hogar.
11 pasos para pasar el aspirador correctamente
- Quitar el polvo antes de limpiar. Si no limpias el polvo de muebles, archivos, mesas o lámparas antes de usar el aspirador, será como si no lo hubieras utilizado. Ten en cuenta que, al limpiar el polvo, este cae en parte al suelo, y nadie quiere trabajar el doble.
- Ordenar. Si quieres ser más eficiente, aparta los posibles obstáculos que te entorpezcan tus tareas. Recoge zapatillas, calcetines, juguetes de los niños… Si no, estarás más tiempo doblando la espalda al llegar al ellos con tu aspirador que aspirando.
- Con buena luz. Si pasas el aspirador de noche enciende las luces. De noche, todos los gatos son pardos, y con esta frase se aplica perfectamente a la suciedad.
- Los rincones, también. Los bajos de los muebles y las esquinas son los lugares que más polvo y suciedad acumulan, así que esmérate para dejarlos más limpios que una patena. Por higiene, y porque si no, cualquier corriente de aire sacarán el polvo y las bolisas de su escondite y aparecerán en el momento menos oportuno.
- Aspira siempre hacia adelante. Al pasar el aspirador, lo mejor es aspirar siempre hacia adelante y en pasadas largas.
- Bajo los muebles. El polvo y los alérgenos se acumulan bajo sofás, camas y armarios. Es esencial mover estos muebles periódicamente para aspirar esas áreas ocultas y proteger así la calidad del aire en tu casa.
- Textiles. No solo las alfombras necesitan una limpieza profunda. Aspira regularmente cortinas, tapizados de sofás y sillas, así como los cojines, para eliminar ácaros y partículas que se adhieren a estos tejidos.
- Dispositivos electrónicos. La acumulación de polvo en la rejilla de ventilación de tus dispositivos puede disminuir su eficacia y vida útil. Utiliza el accesorio de cepillo de tu aspiradora para limpiar ordenadores y televisiones cuidadosamente.
- Detalles y decoración. Las molduras, los rodapiés y las lámparas son a menudo ignorados, pero retienen polvo que puede esparcirse por la casa. Aspíralos suavemente para mantener el esplendor de cada detalle en tu hogar.
- Espacios de almacenamiento. Aspira el interior de los cajones y armarios antes de ordenar el contenido. Esto evitará que el polvo se transfiera de los espacios de almacenamiento a tu ropa y enseres.
- Dentro de los electrodomésticos. Lugares como debajo y detrás del refrigerador o dentro de la lavadora deben ser aspirados para prevenir la acumulación de pelusa y polvo que podría afectar su rendimiento.