Gates, Zuckerberg o Jagger: la tendencia de los multimillonarios de no dejar herencia a sus hijos

Tener un padre multimillonario suele ser sinónimo de tener la vida resuelta, pero cada vez son más los ricos que no están dispuestos a dejar la fortuna que han acumulado durante años en manos de sus descendientes, o al menos no toda. ¿Son malos padres o todo lo contrario? En la mayoría de los casos, lo que subyace detrás de esta decisión es el deseo de que los hijos aprendan a ganarse su propio dinero y construyan su propio camino.

Bill Gates, Warren Buffett, Mark Zuckerberg, Mick Jagger, Sting, Elton John o George Lucas son algunos millonarios famosos que han declarado su negativa a dejar su imperio como herencia a sus hijos. En lugar de eso, dejarán todo arreglado para que la mayor parte de sus recursos se destine a organizaciones solidarias cuando ellos ya no estén aquí. De hecho, Gates y Buffett son los principales impulsores de la campaña The Giving Pledge, un movimiento de filántropos que se comprometen a donar la mayor parte de su riqueza a causas benéficas a fin de mejorar el mundo.

Bill Gates, contra la pobreza en el mundo

El fundador de Microsoft dejó muy clara en una sesión de preguntas en Reddit cuál es su postura sobre su herencia. Considera que legar su patrimonio, estimado en unos 107.000 millones de dólares, a sus hijos no sería beneficioso para ellos, aunque también admite que si les deja solamente el 1% de esa fortuna no serán precisamente pobres. La inmensa mayoría de su patrimonio se destinará a proyectos que ayuden a combatir la pobreza y mejorar la calidad de vida de los desfavorecidos, objetivo alineado con la labor que promueve en la Fundación Bill y Melinda Gates.

Zuckerberg y la igualdad de oportunidades

El fundador y CEO de Meta, Mark Zuckerberg, es otro de los magnates tecnológicos comprometidos con legar la mayor parte de su riqueza a causas sociales. Así, ha anunciado que el 99% de sus acciones en la compañía, valoradas en aproximadamente 45.000 millones de dólares, serán donadas a su organización filantrópica, la Chan Zuckerberg Initiative, que tiene como objetivo promover la igualdad de oportunidades para niños y niñas en todo el mundo, enfocándose en áreas como la educación, la salud y el desarrollo científico.

Sting y Mick Jagger, dejad que los niños trabajen

El músico Sting tampoco tiene previsto legar su fortuna, estimada en 400 millones de dólares, a sus vástagos. En una entrevista en 'The Sunday Times', el exlíder de The Police explicó que no quiere que sus hijos carguen con el peso de fondos fiduciarios. "No quiero dejarles fondos que se conviertan en albatros alrededor de sus cuellos. Tienen que trabajar”, señaló. Además, reconoce que "lo que ingreso lo gastamos, y no queda mucho".

Mick Jagger, el cantante de los Rolling Stones, es otro millonario que tiene claro el destino de su fortuna cuando él no esté. En una entrevista a 'The Wall Street Journal' aseguraba que "los niños no necesitan 500 millones de dólares para vivir bien". Así, explicó que si la legendaria banda británica se decidiera a vender su catálogo, probablemente querría hacer algo más significativo con las ganancias, como donarla a la beneficencia: "Quizá hacer algo bueno en el mundo".

Proyectos educativos y obras de caridad

George Lucas, creador del universo 'Star Wars', también tiene previsto no dejar casi nada de la fortuna que ganó con la saga galáctica a sus cuatro descendientes. El cineasta considera que con un mínimo porcentaje sus herederos tendrán más que suficiente, y el resto se destinará a proyectos educativos. El cantante Elton John también destinará todo su patrimonio, valorado en 53.000 millones de libras esterlinas, a obras de caridad.

Finalmente, la pareja formada por Ashton Kutcher y Mila Kunis también tiene una postura muy firme sobre su herencia: “Si mis hijos quieren emprender un negocio y tienen un buen plan, invertiré en ello, pero no recibirán una herencia. Así estarán motivados para alcanzar lo que tenían o alguna versión de ello”. Una decisión que busca fomentar en sus vástagos la independencia y el esfuerzo, alejándoles de la comodidad que podría ofrecer una fortuna heredada.