Es un peeling profundo con láser que renueva la piel por completo, eliminando los signos de envejecimiento
El coste depende de la zona a tratar, pero oscila entre los 600 y 1900 euros
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MadridA medida que pasan los años, como es natural, las personas nos vamos haciendo mayores. Los expertos aseguran que el envejecimiento está directamente relacionado con factores como la genética, pero también con el estilo de vida de cada uno, y es que está más que demostrado que el deporte y la alimentación tienen su consecuencia directa en el paso de los años.
Los signos del paso del tiempo se reflejan en el cuerpo y en el rostro, no obstante, la ciencia evoluciona y siempre hay remedios para ralentizarlos. No sólo las arrugas son signo de envejecimiento, los cambios en la piel, sobre todo la de la cara, pueden hacen parecer mayor de lo que realmente se es. Estos signos se hacen visibles a partir de los 35 años, y por ello hay que tratarlos con anterioridad.
Según la Academia Americana de Dermatología, hay 2 tipos de envejecimiento: el interno y externo. El primero, también llamado proceso de envejecimiento natural, comienza alrededor de los 25 años, cuando la piel comienza a perder colágeno y elastina. Si bien el proceso comienza a esta edad, los signos en el rostro se observan varios años después. El envejecimiento externo, por su parte, es causado por factores ambientales que aceleran el proceso.
Existen miles de técnicas que ayudan a eliminar los signos de la edad en la piel, entre ellos descata el resurfing facial, que está indicado para pieles con signos de envejecimiento cutáneo facial, y lo que hace es que corrige o elimina las manchas faciales, arrugas, cicatrices y diversas lesiones cutáneas del envejecimiento.
¿Qué es el resurfacing?
El resurfacing facial elimina las capas externas de piel que han sido afectadas por el proceso del envejecimiento, el daño del sol, y otros factores perjudiciales de la piel. El término ‘resurfacing’ se refiere a la renovación de la superficie de la piel. “Este tratamiento tiene como objetivo principal la revitalización de la piel, variando en intensidad según las necesidades individuales, con el fin de eliminar imperfecciones cutáneas, como arrugas, manchas, cicatrices y otros problemas similares. Este proceso de rejuvenecimiento cutáneo no solo aborda las preocupaciones específicas de la piel, sino que también contribuye a mejorar la apariencia general y la uniformidad del tono de la piel. En última instancia, el resultado es un efecto de ‘lifting’ facial que aporta una apariencia más fresca y rejuvenecida”, aseguran desde la clínica Arcos de Barcelona.
Consiste en la utilización de láser u otra energía luminosa, directamente sobre la superficie cutánea de la zona específica a tratar. A nivel celular dicha energía se transforma en calor intenso ocasionando la destrucción-eliminación y estimulación-reparación de la piel. La exfoliación que se produce sobre la piel actúa vaporizando el tejido no deseado con un haz concentrado de luz y elimina las capas superficiales de la piel y proporciona un cutis con un aspecto más firme y liso.
Existen diferentes tipos de láser y dependiendo del haz de luz utilizado se pueden realizar tratamientos más superficiales o profundos. Cuando el tratamiento es más superficial, prácticamente no hay lesión aparente sobre la piel y se consigue un color y un aspecto cutáneo mejor casi de manera inmediata. Si el tratamiento es más profundo se pueden mejorar arrugas, manchas, cicatrices, atonía cutánea... y, en general, se consigue un aspecto más rejuvenecido y natural de la piel.
“La eficacia en estos casos es por la eliminación de varios estratos cutáneos, ocasionando una lesión aparente de la piel, con un necesario proceso curativo y reparador que puede durar varios días o semanas. Se puede regresar al trabajo al cabo de unos días, pero la zona tratada seguirá enrojecida durante algún tiempo y deberá seguir cuidados posteriores durante algunos días”, confirman desde la clínica.
En los tratamientos superficiales, el periodo postoperatorio permite una reincorporación inmediata a las actividades sociales y laborales. Es necesario aplicar un tratamiento dermocosmético específico y utilizar protección solar adecuada. “Los tratamientos medios y profundos, la agresión cutánea es visible y deberá mantenerse un tratamiento entre 3 y 15 días, dependiendo de la profundidad. Comportará la aplicación de cremas durante esos días. En los más profundos, el total restablecimiento de la piel puede requerir algunas semanas, pudiéndose aplicar maquillaje de cobertura”, confirman los expertos.
Los efectos son visibles en cuanto aparece la nueva capa de piel, más o menos a la semana del tratamiento, y sigue produciéndose mejoría a lo largo de los siguientes 6 meses. Los efectos conseguidos a partir de ese momento son permanentes. El coste dependerá de las zonas a tratar y el número de sesiones o la patología a tratar de cada paciente. Normalmente, el precio del resurfacing oscila entre los 600€ y los 1900€.


