Cómo abrir una puerta atascada por fuera

Puerta
Las puertas se pueden atascar por varios motivos. Pexels
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MadridDesde los tiempos antiguos, las puertas han sido símbolos de entrada y transición. Una puerta es una abertura, un umbral o una barrera que permite el acceso o salida de un espacio cerrado y aunque a primera vista es el perfecto aliado para que no nos entren en cada o en un local, también se puede convertir en el peor enemigo en el momento en el que se queda atascada

Puede ser la puerta de un trastero, la puerta de tu casa, la puerta de acceso a la terraza o cualquier tipo de puerta que además por norma general se suele cerrar con una llave os pestillo. En muchas ocasiones no es fácil conseguir abrirla, ya que, si la cerradura está mal instalada, al girar la llave no conseguiremos hacer funcionar el mecanismo para abrir la puerta. 

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Las razones por las que una puerta se atasca son de los más variopintas, desde Cerrajero Directo aseguran que hay algunos motivos que ocurren más de lo que se quisiera.

  • La puerta o el marco están mal alineados: cuando el marco está torcido, o la puerta se ha instalado de forma incorrecta, o ha variado su forma debido a la humedad, que expande la madera, esto puede provocar que no se abra o no se cierre.
  • Fricción en la placa de cierre: es posible que el motivo por el que la puerta se atasque es que exista fricción en la placa de cierre. Esto sucede a veces cuando la placa o la cerradura no están bien apretadas.
  • El borde de la puerta golpea el marco: esto puede deberse a que no se han apretado correctamente las bisagras, por lo que se debe apretar los tornillos de las bisagras, aunque con mucho cuidado de no dañarlos.
  • Se genera fricción con el suelo: es posible que el motivo de que la puerta esté atascada sea el suelo. Esto puede ocurrir en muchas casas antiguas, aunque la mayoría de las veces no tiene que ver con el suelo, sino con el marco y la puerta, que son de madera y pueden deteriorar su forma con mayor facilidad.
  • Deterioro de la cerradura: quizás no haya ningún problema con la puerta, el marco, la placa de cierre, ni el suelo, y la razón por la que la puerta está atascada tiene que ver con la cerradura. En estos casos es muy importante que acudas a un cerrajero profesional, ya que, de otra forma, si estás fuera, no podrás entrar en casa, y corres el riesgo de estropear la cerradura si intentas arreglarla por ti mismo.
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Aunque en algunos casos que haya que recurrir a un cerrajero para solucionar el problema, siempre se puede optar por intentar alguno de estos consejos para abrirla desde fuera sin romper la puerta ni la cerradura. 

¿Está realmente atascada? 

Parece muy obvio, pero antes de ponerse manos a la obra es necesario confirmar que la puerta está realmente atascada y que no está echada la llave por dentro y por eso no se abre. Para descartar que haya una llave dentro, intenta girar el picaporte o el pomo de la puerta para ver si se mueve. Si no se mueve, entonces puedes asumir que la puerta está atascada.

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La fuerza justa

La fuerza bruta nunca es la solución para abrir una puerta atascada, ya que se puede dañar la cerradura, la puerta o el marco y se peor el remedio que la enfermedad. Los expertos recomiendan aplicar una presión constante pero no excesiva en la dirección en la que normalmente giraría el picaporte o el pomo para abrir la puerta. Asegúrate de usar la mano o el cuerpo de manera segura para no hacerte daño y además de tener que llamar al cerrajero, acabar el en fisio. 

Lubrica la cerradura

En muchas ocasiones se atasca debido a la acumulación de suciedad o falta de lubricación en la cerradura. Si tienes acceso a algún tipo de lubricante, como aceite de silicona o un aerosol lubricante, aplícalo en la cerradura y luego intenta girar el picaporte o el pomo nuevamente. 

Usa una tarjeta de crédito o una radiografía

En algunos casos, puedes usar una tarjeta de crédito vieja o una radiografía para deslizarla entre el marco de la puerta y el pestillo, a lo ladrón de película. Desliza la tarjeta o la radiografía hacia abajo mientras aplicas una ligera presión hacia la puerta. Si el pestillo se desliza hacia atrás, podrás abrir la puerta. Este método es más efectivo en puertas con cerrojos simples.