El smartwatch ha llegado para quedarse y lo que ofrece no es poco
Algunos relojes clásicos son piezas de artesanía incomparables
4 reglas básicas para combinar tu reloj con tus looks
MadridA la hora de escoger el mejor reloj hay que tener en cuenta muchas cosas, porque desde que surgieron los relojes inteligentes, la estética y la calidad han dejado de ser los únicos valores a tener en cuenta a la hora de escoger esta joya de muñeca, aunque tampoco conviene perderlos de vista.
Cada vez son más las facilidades que brindan a los usuarios, tienen más opciones, más funciones y son más prácticos. Esto no ha hecho que desbanquen a los relojes clásicos, que siempre tendrán un lugar también en nuestros corazones, pero han hecho que sea necesario establecer las ventajas y los inconvenientes de cada uno de ellos a la hora de escoger el que más nos conviene, tanto para comprar como para lucir en el caso de que tengamos las dos opciones en casa.
Smartwatch o reloj clásico: pros y contras
El smartwatch ha llegado para quedarse y lo que ofrece no es poco, de hecho en algunos casos son capaces de realizar casi lo mismo que un smartphone, lo que hace que para muchas personas la discusión entre reloj clásico y reloj inteligente sea muy sencilla de solucionar. La mayoría de esos dispositivos se pueden sincronizar con el teléfono móvil, lo que hace que en algunas ocasiones podamos usarlos del mismo modo.
Desde el smartwatch es posible responder llamadas, leer mensajes y correos electrónicos, escuchar música… los aficionados al deporte pueden encontrarle todavía más utilidades, porque tienen funciones específicas, como medir las calorías gastadas, las pulsaciones e incluso conocer tu salud o la calidad de tu tiempo de descanso.
Una serie de ventajas que parecen eclipsar los inconvenientes, normalmente relacionados más con la duración de la batería, su autonomía y la compatibilidad con el smartphone correspondiente que con otra cosa. Además, debido a su reducido tamaño, muchas de las opciones que tiene son un poco complicadas de poner en marcha desde la muñeca. Se pueden leer los mensajes, pero ¿de verdad merece la pena si la letra es tan pequeña? Depende de cada uno.
Por otro lado, están los relojes clásicos, tanto los digitales como los analógicos, cuya función principal es mantenernos informados de la hora, aunque pueden tener algunas funciones extra, como calendario o alarma. Algunos cuentan con una pantalla que se ilumina, para poder ver la hora en la oscuridad, o con manillas que brillan. No son las funciones de estos relojes lo que hace que se adquieran, es su diseño, su calidad y su elegancia atemporal. En algunos casos también su exclusividad, pues no es raro que seduzcan a los coleccionistas en sus versiones más particulares y únicas.
En sus ventajas se encuentran sus inconvenientes, con estos relojes casi lo único que se puede obtener es la hora, necesitan cierto mantenimiento y, de vez en cuando, un cambio de pilas o estar pendiente por si hay que cambiar la hora. Sus mecanismos son de una delicadeza extrema y en ocasiones es complicado encontrar reemplazos, no obstante parece que siguen seduciendo al comprador tanto como antes de que aparecieran los relojes inteligentes.