5 consejos para mejorar tu relación con la tecnología y acercarte a tus hijos
Establecer normas para ellos no es suficiente, es necesario poner más de nuestra parte
Los adultos tienen que educar, pero siempre hay pequeños consejos para que sea más sencillo
En qué nos equivocamos como padres de hijos veinteañeros: "Educar es generar en los hijos el deseo de mejorarse a sí mismos"
MadridLa tecnología hace que nuestra vida resulte más sencilla y en ocasiones también más divertida, siempre y cuando la sepamos usar, porque en caso contrario puede convertirse en un inconveniente, una forma de separarnos en lugar de unirnos. Saberla utilizar no es solo aprender a manejarnos con ella, también pasa por establecer una relación sana con ella, algo que a la larga nos beneficia personalmente, pero también puede ser algo que nos una al resto de la familia y nos ayude a acercarnos a nuestros hijos.
Consejos para mejorar tu relación con la tecnología y acercarte a tus hijos
- Establecer momentos y espacios libres de pantallas. Hay consejos que son igualmente aplicables en todas las edades y, si bien es probable que en muchas ocasiones necesiten ayuda de los adultos responsables, también es conveniente que entiendan que hay tiempo para todo, también para dejar las pantallas. Esta norma, aplicable a toda la familia, puede ser una manera más que sana de entender la tecnología y también de pasar tiempo juntos y en familia.
- Hablar en familia sobre las actividades en línea. Esos tiempos libres de pantallas pueden servir para ponerse al día sobre la vida real, pero también sobre la digital. Charlar tranquilamente sobre lo que cada uno hace en línea ayuda a abrir nuevas posibilidades, formas de aprendizaje y hace que ellos también se sientan cómodos compartiendo, sin sentir que es tabú, si uno habla con libertad, ellos entienden que también pueden hacerlo. Fomenta el debate y aporta confianza, hace que sientan que pueden acudir a nosotros ante un problema real.
- Ayudar a entender qué es real y qué está editado. Como adultos, nosotros somos conscientes de que las redes sociales y los contenidos a los que tenemos acceso online no siempre son reales, esto es algo que hemos tenido que aprender a la fuerza y que los más jóvenes no siempre entienden. Hacerles ver que lo que tienen delante no siempre es cierto, incluso a veces es evidentemente mentira, les ayudará a entender mejor las cosas y aprenderán a distinguirlo por ellos mismos, buscando la verdad. En ocasiones puede ahorrarles cierta frustración, porque se han acostumbrado a que las cosas se hacen rápido y bien a la primera.
- Reconocer el efecto que tienen las redes sociales sobre uno mismo. Sentirse diferente puede ser complicado, por eso entender cómo las redes sociales nos hacen sentir y compartirlo con ellos puede ser importante para crear un vínculo, pero también para protegerles ante determinadas situaciones.
- Dar un buen ejemplo. De nada sirve trabajar que tengan una relación sana con la tecnología, intentando reducir el tiempo de pantalla, buscando la manera de protegerlos, aprendiendo la manera de que las redes sociales no les afecten de manera negativa… si no demostramos en primera persona que esa es la manera adecuada de hacer las cosas. La mejor manera de que el mensaje cale en ellos es ser el mejor ejemplo, no siempre es sencillo, pero a la larga es la mejor manera de que ellos entiendan cómo se hacen las cosas.
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