FOMO: el fenómeno que agobia a los jóvenes, pero que los mayores saben mantener a raya

El FOMO, un mal cada vez más habitual en la sociedad. Unsplash
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MadridCon el paso del tiempo somos conscientes de que todo cambia, las personas y su manera de afrontar los problemas, pero también los problemas en sí mismos. Hace unos años, nadie podría pensar que el FOMO se convertiría en algo a tener en cuenta, sobre todo entre las generaciones más jóvenes. Claro que hace unos años nadie sabía que el FOMO era algo que pudiera existir, y mucho menos afectarte en el día a día. 

Conocer los problemas y los retos actuales es el primer paso para comenzar a buscar las herramientas que se pueden necesitar para enfrentarse a ellos y salir victoriosos, también para poder acompañar a los más jóvenes en el proceso de plantarle cara, pero ¿qué es el FOMO y por qué les afecta más?

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FOMO, qué es y por qué afecta tanto a los jóvenes

FOMO son las siglas de ‘fear of missing out’ que, traducido, vendría a ser ‘temor a perderse algo’. Hace referencia a la ansiedad o angustia que siente una persona por perderse algo o pensar en perderse algo que le parece divertido y en lo que los demás participan, esta patología ha sido exacerbada por las redes sociales y las nuevas tecnologías, que nos invitan a estar siempre conectados. 

Como sucede en tantas ocasiones, el término ha ido ganando seguidores en los últimos tiempos, pero el concepto al que hace referencia, no es nuevo. Es “una sensación de ansiedad que surge cuando se percibe que otros están disfrutando de experiencias positivas de las cuales uno está ausente”, según lo definió en los años 90 el psicólogo Dan Herman. Con las redes sociales es más evidente saber todo aquello que nos estamos perdiendo, las actividades en las que otros participan o los logros que van consiguiendo. 

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Se podría considerar el FOMO como un tipo de ansiedad social y como tal tiene asociados sus síntomas, como depresión o falta de calidad del sueño, además, este síndrome provoca inseguridades y puede llegar a ser responsable de serios problemas emocionales. Los adolescentes son mucho más susceptibles a padecerlo porque es una etapa complicada de la vida donde la necesidad de aceptación por parte de los demás es mucho mayor. 

En general, las personas más mayores son menos susceptibles de padecerlo, pero eso no quiere decir que estén libres de ello. La mejor solución para evitarlo es aprender a tener una relación saludable con las redes sociales, por ejemplo, limitando el uso que se hace de ellas. Esto, además, puede ser también el ejemplo que se dé en casa a los más jóvenes, lo cual puede ayudar a evitar que ellos lleguen a padecer ese FOMO. 

Es importante tener una autoestima saludable, pero también ser capaz de desconectar de esas redes sociales y centrarse en otras actividades que proporcionan felicidad, con hobbies como la lectura o el ejercicio, también es muy útil buscar nuevas actividades para aprender, como la jardinería. Esto es más sencillo entre las personas mayores porque, a causa de la edad, suelen tener más herramientas para valorar lo que tienen y no darle demasiada importancia a lo que tienen los demás.