Sigue estos hábitos para proteger al cerebro del envejecimiento y la demencia

No siempre se puede estar sano siempre, pero hay algunas formas de intentar que esos males surjan lo más tarde posible
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MadridEl paso del tiempo es inevitable y eso implica que todo el mundo va a envejecer, pero no todos los harán de la misma manera, aquellos que han cuidado su estilo de vida puede que consigan hacerlo de una forma más saludable, reduciendo el riesgo de desarrollar determinadas enfermedades.
Hay ocasiones en las que esto es inevitable, por mucho que nos esforcemos, no siempre se puede estar sano, pero hay algunas formas de intentar que esos males surjan lo más tarde posible o incluso nunca, por ejemplo poniendo en práctica ciertos hábitos que nos ayudan a cuidarnos. Sucede con nuestro cuerpo, cuidamos músculos, huesos y órganos, pero no siempre nos acordamos del cerebro, al que también podemos proteger.
Hábitos para proteger el cerebro del envejecimiento y la demencia
En muchas ocasiones, es posible proteger el cerebro frente al envejecimiento y la demencia cambiando algunos de nuestros hábitos y rutinas, dejando de hacer cosas que no nos favorecen y apostando por otras pensadas para ayudarnos a trabajar estos aspectos concretos.
Es precisamente lo que sucede con el ejercicio físico, una actividad que todos sabemos que favorece a nuestro cuerpo y nos ayuda a sentirnos mejor, pero también es clave para nuestro cerebro porque, entre otras cosas, el ejercicio mejora la irrigación sanguínea en esta zona. La alimentación es otro pilar fundamental, una alimentación saludable rica en vegetales y baja en grasas puede ayudarnos.
Otro de los factores claves es el descanso, dormir bien es más importante de lo que pensamos, también para protegernos, dormir menos de seis horas diarias acelera el envejecimiento del cerebro. No siempre somos conscientes de ello, pero vivir en sociedad, crear vínculos fuertes e importantes nos ayuda a ser más felices y también cuida nuestra mente, las interacciones sociales frecuentes favorecen las funciones cognitivas. Por ejemplo, la pérdida auditiva aísla, por lo que intentar buscarle una solución cuanto antes también es otra forma de evitar ese envejecimiento prematuro y favorecer la vida social.
Cuidar la salud es esencial en todo caso, pero no siempre sabemos que determinadas enfermedades aumentan el riesgo de sufrir demencia, tal y como sucede con la presión arterial elevada, la enfermedad renal crónica o el colesterol alto. Igual que conviene tener hábitos saludables, también merece la pena evitar esos que son dañinos, como el consumo de alcohol o el tabaquismo.
Además, los expertos recomiendan no dejar de intentar aprender, tener un hobby que pueda resultar desafiante, potenciar la curiosidad y las ganas de saber más, es otra forma de mantenernos activos y trabajar la mente, se puede aprender una actividad nueva, hacer crucigramas, leer… Desafiar al cerebro puede tener beneficios de corto y largo plazo.
Así, se puede ver cómo hay consejos que son válidos a cualquier edad y que nos ayudarán a cuidar tanto nuestro cuerpo como nuestra mente, pero no podemos dejar de prestar atención a esas actividades que nos invitan a pensar, a seguir aprendiendo, que son un reto intelectual y que también son esencial para seguir trabajando la mente frente a un envejecimiento prematuro.