Bienestar

Bronceado y salud: mitos y verdades sobre cómo tomar el sol afecta la piel y el envejecimiento

El sol y sus efectos sobre la piel y la salud. Unsplash
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MadridCon la llegada de la primavera y el verano comienza la temporada de camisetas de tirantes y pantalones cortos y todo el mundo parece tener prisa por broncearse. Esto hace que en muchas ocasiones se olviden todas las recomendaciones que año tras año las autoridades ponen a disposición de los ciudadanos, para recordarles de los peligros que la exposición al sol tiene para la salud. 

La mayoría de las personas son conscientes de ellos, pero no siempre conocen la verdad y no son pocas las ocasiones en las que las medias verdades o los mitos se toman por información veraz. Lo mejor es tener claro cuáles son los mitos y cuáles las verdades sobre el sol y como este afecta a la piel y al envejecimiento. 

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Bronceado y salud: cómo tomar el sol afecta la piel y el envejecimiento

El primer mito lo podemos encontrar en las primeras palabras de este texto, porque parece que solo nos preocupamos de los riesgos del sol en las épocas de más calor, cuando durante todo el año se debería usar el protector solar. La radiación solar está asociada con diversos tipos de cáncer de piel, así como el envejecimiento prematuro de la piel, y aunque hay épocas en las que el sol incide más y es más peligroso, lo conveniente es cuidarse todo el año. 

Hay horas en las que es más recomendable estar bajo el sol, como primeras horas de la mañana o últimas de la tarde, esto no quiere decir que sea completamente seguro o que no exista riesgo. Tampoco estamos a salvo si el día está nublado, una aparte de los rayos ultravioleta se filtran, pero hay otra que sigue pasando y puede afectarnos. 

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Estar a la sombra puede ayudar, pero no elimina el riesgo por completo, por ejemplo, algunas sombrillas solo filtran parte de los rayos de sol y si la sombra no es demasiado densa podríamos quemarnos igualmente. Además, el suelo puede reflejar los rayos de sol y eso también afecta a nuestra piel, aunque en menor medida. 

¿Una vez bronceado ya no necesitas protección? Puede que el riesgo de dañarnos la piel, o quemarnos, como se dice habitualmente, sea menor, pero eso no hace que los riesgos del sol no estén presentes igualmente, el riesgo de desarrollar cáncer de piel sigue existiendo. Un error frecuente es emplear una mayor protección en el rostro que en el cuerpo, debería ser alta en ambos casos. Algunos maquillajes llevan protección solar, pero si no demasiado elevada, lo mejor es ponerse un protector antes del maquillaje. 

En definitiva, el uso de protección solar es esencial todo el año, pero más en los meses de primavera y verano. Es importante aplicarlo antes de la exposición al sol y reaplicarlo cuando corresponde, como pasado cierto tiempo o después del baño, sobre todo si ha sido largo o en agua salada, esto es especialmente importante en el caso de los niños, cuya piel es más sensible. La mejor manera de cuidar la piel es prevenir los daños que el sol pueda causar.