20 años del matrimonio igualitario: así cambió la vida a muchas parejas mayores de 50

La ley entró vigor el 3 de julio de 2005 y convirtió a España en el tercer país del mundo en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo
El matrimonio igualitario supuso una reparación emocional profunda para quienes habían pasado toda su vida discriminados
Hace dos décadas un sueño que compartían miles de personas comenzó a hacerse realidad. La ley del matrimonio igualitario entraba en vigor el 3 de julio de 2005 y España se convertía en el tercer país del mundo en legalizar la unión entre personas del mismo sexo. Por fin era posible amar y formar una familia con orgullo y dignidad. Quienes crecieron y vivieron buena parte de su sus vidas ocultando su amor o enfrentándose a la discriminación vieron reconocido algo tan simple pero poderoso como su derecho a decir 'sí, acepto'.

Veinte años después 75.561 parejas del mismo sexo se han casado en España, según los últimos datos oficiales. 40.397 matrimonios corresponden a varones y 35.164 a mujeres. Un logro esencial para el colectivo LGTBIQ+ que en sus inicios no estuvo exento de trabas y polémica pero que hoy es una conquista social irrenunciable, a pesar de los nubarrones de involución que se atisban en el horizonte.
"Un reconocimiento de nuestras existencias"
"No solamente se convirtió en un derecho de toda la ciudadanía, sino que el matrimonio igualitario fue un avance para la dignidad de las personas del colectivo. El matrimonio nos hizo dignos de derechos", explicaba a EFE Boti García Rodrigo, histórica activista cuyo rol para que el país entrara de verdad en la modernidad desde el oscurantismo del que venía fue fundamental.
La labor de personas como Boti, que resistieron en silencio y pelearon con valentía, allanó el camino para las nuevas generaciones. Para muchas personas que ya rebasaban los 50 años aquel avance no fue solo una victoria legal, sino una reparación emocional profunda. "Más allá de poder casarnos, fue un reconocimiento de nuestras existencias. Y ese reconocimiento a nivel legal nos ayudó a naturalizar nuestras vidas a nivel social, porque si teníamos el mismo derecho a casarnos y a formar nuestras familias, es que estas eran dignas y merecedoras del mismo respeto", reflexionaba la exdirectora de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI y expresidenta de FELGTB y Cogam.
Modelos a seguir
También fue importante el papel que desempeñaron rostros populares, como el de Jesús Vázquez, que habían mantenido su orientación sexual en secreto durante años pero que decidieron compartir públicamente su homosexualidad, sirviendo de inspiración a muchas personas. El 3 de noviembre de 2005 el presentador de televisión se casaba con el ingeniero Roberto Cortés en la madrileña Plaza Mayor, convirtiéndose en el primer matrimonio homosexual de famosos de España.
Desde entonces, Vázquez se ha convertido en un modelo a seguir para muchas personas al demostrar que se puede tener una exitosa carrera en la industria del entretenimiento sin renunciar a ser uno mismo. “Que yo tenga el mismo derecho a casarme que cualquier señor de estos políticos que dicen que no lo tengo, es bueno para la sociedad, porque significa que todos tenemos los mismos derechos y construyen sociedades que son mejores, más justas y más iguales", dijo en una entrevista en eldiario.es.
En estas dos décadas muchos decidieron salir del armario y mostrar sus emociones sin vergüenza. Como el periodista cultural Carlos del Amo, que falleció a los 58 años como consecuencia de un cáncer pero que antes pudo vivir su amor en libertad tras años ocultando su sexualidad. "Al Carlos de los 90 le regañaría, tardó 35 años en salir del armario. Pero como siempre hace todo, salió a lo grande y por todo lo alto", nos contaba aquí. En 2006 se casó con el que consideraba el amor de su vida y se divorció en 2013, porque así es la vida. Aún volvería a enamorarse "locamente" una vez más.
Normalizar la emocionalidad de un país
El matrimonio igualitario no solo cambió leyes, también normalizó la emocionalidad de un país entero. Durante décadas amar libremente había sido un acto de valentía, pero hoy el amor en todas sus formas ya se ve con naturalidad. Padres y madres que nunca imaginaron tener un hijo o hija casándose con alguien de su mismo sexo comenzaron a celebrarlo con la misma emoción.
Para las nuevas generaciones, este derecho ya no es una conquista, sino una realidad. Hoy un enlace como el de la influencer Dulceida con Alba Paul, y su posterior maternidad, es todo un ejemplo de que hay una sensibilidad nueva. "Dicen que he ayudado a normalizar, pero es que para mí es normal, yo soy una persona normal", manifestaba la propia Dulceida tras participar en un pregón del WorldPride Madrid.
Por su parte, la actriz Inma Cuesta, que nunca había hecho público su enlace con la guionista Ángela Maeso, ha aprovechado este 20 aniversario para compartir una foto de su boda, acordándose de quienes lucharon décadas atrás para hacerlo posible. "Por todxs los que tuvieron que esconderse y no pudieron vivir su amor en libertad. Porque lo que no se nombra no existe y lo que no se visibiliza está destinado a permanecer en los márgenes y acabar en el olvido", ha escrito en un post de Instagram.
Por supuesto que no puede darse todo por conquistado y que el movimiento LGTBIQ+ aún tiene muchas batallas que librar, más en unos tiempos en los que el odio vuelve a asomar la patita, pero no debemos olvidar que hace 20 años un país aprendió que el amor ya no tenía que explicarse ni defenderse, sino simplemente vivirse.